Sevilla rozó la Puerta del Príncipe pero salió a hombros y la dimensión de toreo clásico y del bueno que dejó hoy el novillero peruano Joaquin Galdós ha sido tan importante como el robo sufrido por la merecida Puerta del Príncipe al negarle el palco la segunda oreja del último en La Maestranza. Los que estuvieron y lo vieron son unánimes en coincidir que debió salir con tres orejas y no dos.
Ovacion y saludos en el Primero de Galdós en Sevilla soso y deslucido. Sin fondo. Sobrado y solvente con el novillo de Rocio de la Cámara Deberá matar dos más porque su compañero Ruiz Muñoz herido 25 cm en el muslo.
El segundo para Galdós que torea por Ruiz Muñoz, está sobrado de fuerza ni condición. Buen par de Pirri y se mueve más en banderillas. Brinda a su amigo y paisano Andrés Roca Rey que está en el callejón acompañado de sus apoderados.
Faena construida y compacta con tiempos y espacios, dosificando la fuerza y nobleza del novillo, que alcanzó el mejor momento con la zurda. Dejó otra vez impresión de toreo clásico solvencia y muy buenas maneras. Espada arriba y oreja.
Le sueltan el último que era el 5o de lidia ordinaria y se fue a porta gayola a recibirlo seguido por verónicas. En muleta lo trae por cambiados y luego construye faena en los medios encajadando los riñones templando y gustándose con suaves toques, con tiempos pausas y sin prisas. Hizo explosionar Sevilla y sonar el Nerva toda la faena. Profundidad y naturalidad, especialmente por naturales. Petición oreja y más aún por la segunda unánime que el palco no concedió y le quitó la Puerta del Príncipe.