lunes, 23 de mayo de 2016

Madrid hoy, Galdós pecha con el lote más esaborío y desagradecido

@magalyzapata

Tras el triunfo de ayer en Sevilla, el novillero peruano Joaquín Galdós compareció ante la cátedra del toreo, Las Ventas de Madrid. Sorteó un lote de La Ventana del Puerto que no tuvo nada de gracia ni sabor. Esaboríos, pero nobles, sin fondo de casta que empujara esa nobleza a buena condición, fue su primero, de esos que aunque te esfuerces no dice mucho, o nada.

Cierto es que Galdós debió apretarse un poco más, en corta distancia, aguantando más cerca para ligar, como hizo en la segunda tanda que encendió a los tendidos. Su segundo, el quinto de la tarde, fue malo. Manso y rajado, se tragó dos series con porfía y luego decidió no dar más pelea y buscar amparo en tablas. Por más que intentó faena en ese terreno, tragaba un muletazo y al segudo se volvía a tablas. Sin mimbres no hay cestos. Lamentable que no le funcionara en condiciones el lote que despedía al peruano de su paso novilleril por la plaza madrileña.

APLAUSOS. El segundo, bien hecho, muy en Jandilla, tuvo buena condición. Resultó noble, pero falto de empuje y de humillación. Por tanto, manejable pero sin transmisión. El peruano Joaquín Galdós toreó muy bien con el capote, tanto en los lances de recibo a la verónica como en un posterior quite por despaciosas chicuelinas. Ejecutó después una faena de muleta correcta, templada, pero que nunca llegó a tomar vuelo. Estocada. Silencio. No valió el quinto, un novillo deslucido, brusco, que embistió con la cara alta. Faena intrascendente de Galdós, más decidido en la primera parte que en la segunda. Fue perdiendo confianza conforme avanzó el trasteo. Mató mal. Silencio.

BURLADERO.TV Después de su exitosa tarde de ayer en La Maestranza, Joaquín Galdós no pudo revalidar el triunfo sobre el ruedo venteño. Aunque en el segundo se vivió un animado duelo de quites entre el limeño y Juan de Castilla con suaves verónicas, réplica por el mismo palo y contestación de Galdós por ovacionadas chicuelinas que acabaron de caldear el ambiente, en el último tercio el novillero se las vio frente a un animal que se movió con poca clase y fuelle. A pesar de ello Joaquín, que había brindado su actuación al cielo en señal de duelo por la pérdida de su compañero Renato Motta, dio muestras de solvencia y firmeza, anticipando el salto al escalafón superior. A su segundo, al igual que al primero, lo recibió templado a la verónica, mostrando su buen manejo con la capa. También en esta ocasión el peruano dejó patentes sus buenas formas ante un novillo exigente al que le faltó bravura y que acabó rajándose. La baja estocada no ayudó a que el público se animara y el resultado fue el de un nuevo silencio para Galdós.

FICHA. Plaza de toros de Las Ventas.- Madrid. 18º festejo de la feria de San Isidro. Seis utreros de la Ventana del Puerto, bien presentados y siendo el mejor el tercero, ovacionado en el arrastre, para los novilleros Alejandro Marcos, Joaquín Galdós y Juan de Castilla. Alejandro Marcos, vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras aviso. Joaquín Galdós, silencio y silencio. Juan de Castilla, silencio tras aviso y silencio tras aviso