domingo, 10 de mayo de 2009

Tarde de silencios en Madrid hoy

Para Cope, fue una "novillada" cruda y para Burladero, que la terna estuvo por bajo de la condición de la corrida en donde hasta el sobrero de Peña embistió. Sin clase pero la corrida se movió, esa fue la virtud. Se dejó. Con ese mimbre la terna no se colgó del vagón de la oportunidad, refieren.

Madrid, domingo 10 de mayo de 2009. Casi lleno. 5 toros de Los Recitales, mal presentados y anovillados en general, mansos, embistiendo de segundo a cuarto, complicados y a menos, primero y sexto. 1 toro de Fernando Peña, bien presentado, manso, embestidor, a menos. Curro Díaz, silencio en ambos. Iván Vicente, silencio en los dos. Ambel Posada, silencio en su lote.

COPE: ¡Don Salvador, por Dios! No se puede venir a Madrid con tales animalillos, y más sabiendo que luego nos han de regalar casta y embestir repitiendo y hasta con clase en la muleta... usted, aficionado y buen labrador, al que le gusta que sus toros luzcan y los cría para que embistan, no puede permitirse tan importante y trascendental cuestión. Imagínese si ya le han aplaudido en Madrid, a alguno de los lidiados, en el arrastre lo que hubiera podido llevarse si la presencia hubiese acompañado. Porque lo de hoy no era cuestión de peso –hasta el grandote lidiado el cuarto, tenía pocas hechuras y cabeza pobretona-, era cuestión de cuajo, de remate por detrás... Por lo demás la historia de la corrida se reduce a un desencuentro. Cuando Curro Díaz quiso, no hubo apenas opción con un toro venido a menos; y cuando los toros dijeron que allí estaban ellos, los toreros anduvieron por otra parte… más allá del lugar del triunfo, del sitio de la emoción y el corazón.