Madrid. Sábado 16 de mayo. 10ª de Feria. Lleno de "No Hay Billetes"Toros de José Escolar, terciados. 1º encastado y de buen juego. 2º desrazado. 3º encastado y de buen juego (ovacionado). 4º descastado y complicado (pitos). 5º manso orientado (pitos). 6º noble (ovacionado).Rafaelillo, palmas tras aviso y silencio.Fernando Robleño, silencio en ambos.Sánchez Vara, leves pitos y silencio.Incidencias: Se guardó un minuto de silencio en recuerdo del 89º aniversario de la muerte de Joselito El Gallo.
BURLADERO: No es la primera vez que a Sánchez Vara le embiste un toro en Madrid. Se recuerda en general uno de Palha hace un par de años. Pero dos... ¡¡y vaya dos!! No tiene perdón de dos que se fuesen con las orejas al desolladero. El de Rafaelillo y los dos dichosos de Sánchez Vara. Ninguno había 'clareado' hasta el último tercio, pero ahí los tres sacaron el fondo.El que más y mejor tuvo fue el sexto, el más grande de los seis y el que mejor embistió. Era una delicia verle tomar la muleta por el pitón derecho, hasta el final, una y otra vez. Con temple y son. Temple también tuvo el primero, que embistió despacio y con el que estuvo muy bien Rafaelillo. Más transmisión y el mismo recorrido tuvo el tercero, uno de esos toros que emocionan y transmiten por sí solos... Rafaelillo estuvo entregado con ese y con el cuarto, un toro orientado y con peligro, que se quedó corto y que hacía radiografías a cada pase. Con el buen primero, el murciano se puso a torear. De verdad y bien. Corriendo la mano, llevándolo por bajo, templado, en el sitio, con gusto y hasta cierto empaque. Hubo una serie a cámara lenta. Buena de verdad.... Las dos faenas de Sánchez Vara cayeron a plomo, a medida que más se templaban los de Escolar ¡los dos! El público recriminó su colocación y la manera de desplazar al toro. Por fuera y para fuera por sistema. Como si de un barrabás se tratase. Lo dio todo Sánchez Vara, pero no fue suficiente. Ganaron los de Escolar por goleada... Robleño pechó con el peor lote.
COPE: Tres murieron con las orejas puestas... Y con ellos hemos visto a un torero en su sazón, Rafael Rubio, torero hecho, que pretende hacer las cosas como deben hacerse, intentando colocarse siempre en su sitio, el de verdad, el de más mérito, donde ha de obligar por fuerza, a modificar el recorrido del toro so pena de verse embrocado entre los pitones. Fernando Robleño tuvo poca suerte... El mejor lote, los dos mejores toros, le han correspondido a Sánchez Vara, que ha estado muy por debajo de las expectativas.