Hoy, mientras toreaba Morante, he recordado la última mirada de mi padre. Se que e despidió de mi con aquel gesto. ¿Cursi? ¿Sensiblero? No, que va…Mi padre siempre me hablaba de los toreros con pasión y con respeto… Insisto: ¡de los toreros!
Y al ver caminar a Morante, gustarse, sentirse, tocar con las yemas de los dedos la esencia de las artes, he comprendido lo que mi padre quería explicarme.Por eso he querido escribir estas letras para ti, al volver a casa muerto tras una jornada de trabajo intensa. Cuánto siento no poder hablar contigo esta noche para decírtelo. Pero ya no estás, y por eso lo escribo en este blog por si acaso es verdad que los seres queridos que se van nos observan desde otro mundo.
Por Semana Santa, en el cine Imperial se proyectaba la película Rey de Reyes, y como no había colegio mi padre me llevaba con él. La ví tantas veces que acabé teniendo por héroe a aquel hombre que se dejaba matar por los demás. El 21 de mayo de 2009 mi héroe, mi Rey de reyes ha sido Morante.¿Verdad que lo entiendes papá?
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