miércoles, 13 de mayo de 2009

Resumen de la 6ª de S.I.

Por Pedro Abad-Schuster.

La corrida de José Luis Pereda: apoteósis de mansedumbre, barata impropia de San Isidro; de muy desiguales hechuras: cuatro toros normales y dos armarios empotrados, quinto y sexto; tenían cinco años; mansos aunque en distinto grado, descastados y deslucidos.

Antonio Ferrera (de grana y oro), silencio en los dos: Empezó y terminó en un buen par de banderillas al quiebro. Sus toros no dieron opción a nada. Morenito de Aranda (de azul marino y oro), saludos desde el tercio y silencio: Es un torero de mucha clase, actuación más que digna, muy por encima de sus dos; tiene un oficio bien asentado. Sacó muchos muletazos limpios a su primero a pesar de la brusquedad del animal. Al otro, el manso rajado, también le sacó muchos muletazos a base de ponerse cerquita y ganarle la cara.

Iván Fandiño (de lila y oro) que confirmaba la alternativa, saludos desde el tercio en ambos: pegó un estoconazo al sexto de la tarde de esos que se recuerdan durante años. Se tiró a matar o a morir agarrando una estocada en todo lo alto que por sí sola valía una oreja. Nadie la pidió. Ese sexto era un barrabás, manso con muy mal estilo y con toda la fuerza del toro sin picar: 635 kilos, alto y largo como un buque, astifinísimo. Fandiño, sin probaturas ni doblones por bajo, se puso a torearlo como si estuviera delante de una borrega. El resultado fue una retahíla de tragantones y un volteretón espeluznante en cuanto el toro sintió al torero al hilo del pitón. A su primero, le supo dar tres series, despacio y con ligazón.

La lidia moderna está basada totalmente en el toro boyante y sin problemas. Cuando salen toros mansos, tenemos como resultado las horrendas lidias de ayer. Si ha demostrado que es manso, habrá que picarle en la querencia; dejar sin picar un manso con poder, es suicida; si el toro es manso, habrá que echar el caballo por delante; hay que tener la habilidad necesaria para banderillear al sesgo y a la media vuelta donde se pare el toro; hasta que el toro no está sometido, no debe intentarse el toreo preciosista, y si no puede haber lucimiento, se mata y en paz.; es una temeridad entrar a matar si el toro no está dominado.

TV en Internet: (pegar y cortar):
6ta: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/12/toros/1242160199.html