Por PedrAbad-Schuster
Extraordinario documento elaborado por el periodista Heriberto Murrieta, sobre quién fue en vida Manuel Capetillo.
“Adiós querido Manuel. Con un último sobresalto terminó la sobresaltada existencia de Manuel Capetillo. Me duele imaginar que haya sufrido en su última lucha, ayer por la mañana. Desde niño escuché de él porque mi padre era capetillista de hueso colorado. Muchos años después, la profesión de cronista taurino me permitió conocerlo. Y luego tratarlo y hacerme su amigo. Conviví mucho con el gran Capeto y lamento profundamente su desaparición. Manuel era un hombre apasionado, bravo y temperamental que no se achicaba ante nada. Siempre estaba en pie de guerra. Era un ser emotivo que componía canciones cargadas de ironía para hacer reproches a ciertos personajes que le habían hecho vivir malas pasadas. ¿Qué se puede decir de Capetillo como torero? Fue la gran figura mexicana de los años sesenta. Un ídolo. Despertaba pasiones, dividía las opiniones y convocaba multitudes con su enorme personalidad. Toreaba un tanto retorcido, dando a sus muletazos una largueza extraordinaria, asistido por su elevada estatura. En esa heterodoxia había arte. Tenía una gran conexión con el público porque siempre se entregaba. Aunque el toreo es un ejercicio artístico, las formas clásicas, el atildamiento, pasan a un segundo plano cuando se ejecutan con el corazón. Heredero natural del estilo de Silverio Pérez, a quien veneró, Manuel ha sido junto con el inconmensurable “Compadre” el máximo exponente del toreo “a la mexicana”, formidable conjunción de lentitud y esencia en que las formas son avasalladas por el sentimiento. Manuel nos recordaba en cada una de sus faenas que el toreo es eso, un sentimiento. Apenas hace 20 días hablé con él por teléfono por última vez, con motivo de su cumpleaños. Impresionaba escuchar a un hombre de 83 años con tantos proyectos. Algunos se antojaban imposibles, pero era lo de menos: el solo hecho de hacer planes reflejaba sus ganas de vivir. Me decía que sus “lavados” de sangre le permitirían vivir más de 100 años. Y me convencía de ello. La misma sensación irracional de eternidad la experimenté cuando conversé algunas veces con María Félix. En nuestra última plática del mes pasado, Manuel se encontraba justamente en una casa de playa en Chacala, la localidad nayarita donde terminaron sus días. Me dijo que aunque los toros ya no le interesaban en lo más mínimo, veía las transmisiones de las corridas de La México por televisión sólo para escucharme y que me quería como a un hijo. Lo recordaré con cariño y admiración”.
Videos: (copiar y pegar).
Resumen de la vida del Maestro Capetillo.Extraordinario documento elaborado por el periodista Heriberto Murrieta, sobre quién fue en vida Manuel Capetillo.
“Adiós querido Manuel. Con un último sobresalto terminó la sobresaltada existencia de Manuel Capetillo. Me duele imaginar que haya sufrido en su última lucha, ayer por la mañana. Desde niño escuché de él porque mi padre era capetillista de hueso colorado. Muchos años después, la profesión de cronista taurino me permitió conocerlo. Y luego tratarlo y hacerme su amigo. Conviví mucho con el gran Capeto y lamento profundamente su desaparición. Manuel era un hombre apasionado, bravo y temperamental que no se achicaba ante nada. Siempre estaba en pie de guerra. Era un ser emotivo que componía canciones cargadas de ironía para hacer reproches a ciertos personajes que le habían hecho vivir malas pasadas. ¿Qué se puede decir de Capetillo como torero? Fue la gran figura mexicana de los años sesenta. Un ídolo. Despertaba pasiones, dividía las opiniones y convocaba multitudes con su enorme personalidad. Toreaba un tanto retorcido, dando a sus muletazos una largueza extraordinaria, asistido por su elevada estatura. En esa heterodoxia había arte. Tenía una gran conexión con el público porque siempre se entregaba. Aunque el toreo es un ejercicio artístico, las formas clásicas, el atildamiento, pasan a un segundo plano cuando se ejecutan con el corazón. Heredero natural del estilo de Silverio Pérez, a quien veneró, Manuel ha sido junto con el inconmensurable “Compadre” el máximo exponente del toreo “a la mexicana”, formidable conjunción de lentitud y esencia en que las formas son avasalladas por el sentimiento. Manuel nos recordaba en cada una de sus faenas que el toreo es eso, un sentimiento. Apenas hace 20 días hablé con él por teléfono por última vez, con motivo de su cumpleaños. Impresionaba escuchar a un hombre de 83 años con tantos proyectos. Algunos se antojaban imposibles, pero era lo de menos: el solo hecho de hacer planes reflejaba sus ganas de vivir. Me decía que sus “lavados” de sangre le permitirían vivir más de 100 años. Y me convencía de ello. La misma sensación irracional de eternidad la experimenté cuando conversé algunas veces con María Félix. En nuestra última plática del mes pasado, Manuel se encontraba justamente en una casa de playa en Chacala, la localidad nayarita donde terminaron sus días. Me dijo que aunque los toros ya no le interesaban en lo más mínimo, veía las transmisiones de las corridas de La México por televisión sólo para escucharme y que me quería como a un hijo. Lo recordaré con cariño y admiración”.
Videos: (copiar y pegar).
http://www.youtube.com/watch?v=xhQV3LDfw2w
Capetillo torea el 6 de abril de 1975 en Huichapan, Hidalgo.
http://www.youtube.com/watch?v=iYfOyhAPMrQ
