El diestro sevillano Salvador Cortés se queja amargamente del trato recibido por los empresarios de Sevilla quienes no lo han considerado en los carteles maestrantes y que apenas le ofrecieron una corrida, y no de las buenas, fuera de Farolillos. Esto para el torero es inaceptable "nadie me ha regalado nada" señala "he triunfado en plazas donde no me han vuelto a poner, he triunfado en Pamplona y he estado casi un mes parado, he triunfado un día y al día siguiente me han puesto con ganaderías sin garantía" y en cuanto a Sevilla dice "he cosechado dos puertas grandes y dos Puertas del Príncipe... y no me han dado mi sitio... ya no se qué hacer, les juro que ya no puedo más".
Así es de duro esta industria del toro, en este caso en España. No es suficiente ser valiente y estar bien delante del que da y quita porque también quita y da el que hace empresa y peor la sufren los que van por libre, sin el apadrinamiento de una casa grande y fuerte de apoderamiento, que junto con los que tienen fuerza y algunos "empresarios-apoderados-ganaderos" se reparten la torta, poniendo incluso a muchas tardes a toreros que debieran estar de salida.
Cortés es un torero de corte fino y con mucho valor demostrado en corridas duras donde dio la cara. Lo vi la tarde de su alternativa en Sevilla cuando además, triunfó y salió a hombros. Una pena que no le den el sitio que merece, mínimo en su tierra, donde al parecer más se lleva lo mediático en esta cartelería que dista mucho de la que yo ví hace 4 años, con alternativas a los de la tierra en muchas tardes. ¿a qué darles sitio entonces si luego, avalado por triunfos incluso en esa misma plaza, no se le da el sitio que merece?