¿Quién dijo que los sacerdotes no pueden divertirse? Se pregunta Alfonso Gatgens en el diario Extra de Costa Rica. Y es porque en su nota da cuenta de un sacerdote que sueña con torear alguna vez en la plaza de toros de Zapote, un distrito de la capital costarricense.
El padre Cirilo Emiliano de Puerto Viejo de Sarapiquí ha demostrado que llevar sotana no es obstáculo para continuar con una de sus pasiones. Estuvo cerca de ser torero profesional, allá en su tierra natal la provincia de Zamora en España, donde una vez también recibió una cornada que lo llevó al hospital y recibió 25 puntos de sutura.
Llegó a Puerto Viejo en Costa Rica en el 2004 y aprovecha cuantas fiestas hay para ir a enfrentarse a los toros, como las populares Fiestas de Zapote, que toman lugar la última semana de cada año en la explanada donde se ubica el Redondel de Toros de Zapote. El cura torero tiene 56 años y recuerda que en España probó suerte desde Zamora hasta Pamplona.
El padre Cirilo Emiliano de Puerto Viejo de Sarapiquí ha demostrado que llevar sotana no es obstáculo para continuar con una de sus pasiones. Estuvo cerca de ser torero profesional, allá en su tierra natal la provincia de Zamora en España, donde una vez también recibió una cornada que lo llevó al hospital y recibió 25 puntos de sutura.
Llegó a Puerto Viejo en Costa Rica en el 2004 y aprovecha cuantas fiestas hay para ir a enfrentarse a los toros, como las populares Fiestas de Zapote, que toman lugar la última semana de cada año en la explanada donde se ubica el Redondel de Toros de Zapote. El cura torero tiene 56 años y recuerda que en España probó suerte desde Zamora hasta Pamplona.
