Se ha levantado una polémica en torno a la presencia de José Tomás en Lima. Que si es caro, que si no es taquillero, que si la televisión es un impase…
El Juli NO se dejó televisar los últimos años que vino a Lima, años en los que ha existido acuerdo para televisar las corridas de la Feria del Señor de los Milagros a España a través de la señal de Castilla La Mancha. Es probable que JT tampoco se deje televisar en Lima y no creo que sea el problema principal para conseguir su presencia en nuestra feria o en América.
¿JT es taquillero? Puede que hoy en España lo sea, pero en Lima jamás (aunque esto puede cambiar). Por eso, para contar con su presencia la última vez que vino, la empresa de turno le planteó un honorario base y por encima un monto de acuerdo al movimiento de taquilla y aceptó. Desde ese año toreó una temporada más y se retiró.
La novedad desde su reaparición el año pasado, radica en que el divo de Galapagar está rodeado de todo un equipo de ventas que promueven mediaticamente su gira, por todos los medios posibles, incluido Internet, para desplazar a sus devotos hacia cualquier plaza del orbe taurino.
Bajo ese orden de ideas Acho, como plaza histórica, ¿no sería suficiente atractivo para movilizar esa legión de fanáticos, como sucedió cuando su reaparición en La México por un fin de semana? ¿Sería descabellado proponerle (y a sus seguidores) la posibilidad de ir (como lo hizo la última vez que vino) un viaje a Machu Picchu, como motivación especial?
Por tanto, poner excusas antes de tocar a su puerta y conversar, no es de recibo. Si se da, como sucedió el año pasado, la de Acho sería la única que pudiera tener un cartel de maestros, versión III, totalmente rematado, como no podrá darse en ninguna otra plaza de América ¿o no? (Ponce-José Tomás-El Juli.. soñar no cuesta nada)
¿Es caro? Puede ser. Y quisquilloso, también. Viene cuando tiene ganas y todo pasa por su voluntad y eso, sus ganas de venir a Lima, en palabras de su apoderado, parece que existen. En todo caso, creo que JT ha demostrado que sabe lo que sucede en la América Taurina y lo que debe cobrar en cada plaza según su realidad. Hizo larga temporada en México y estuvo en Bogotá. Vino a Lima en 1998 (con El Juli y Vicente Barrera), luego en el 2001, porque quiso hacerlo, a dos tardes, 1ª con Finito y Garibay, más el mano a mano con el maestro Paco Ojeda, fecha histórica por ser la única vez que alternaron estos monstruos del toreo y fue en Lima.
Ciertamente que es una cuestión empresarial pero de voluntad, de querer contar con un torero como él en el cartel. Se trata de que los empresarios sean también aficionados, no sólo empresarios que cuiden su presupuesto. Cuando reapareció Morante de la Puebla también decían que cobraba mucho para Lima y el exsocio de T-Lima, Justo Benitez, lo trajo. A él y a Rincón. Querer es poder, dicen por ahí.
(la última visita de JT a Lima, año 2001)