Por Victor Zar
Acorde con el título de estas notas, por qué no escribir de los colores de los trajes del toreo y para ello entresacaremos fragmentos del notable libro de Juan Antonio Pérez Mateos, “El Toreo, Una Visión Inédita” (Alianza Editorial, 1996) con una optimista intención de transcribirlo en este tema en más de una oportunidad.
Comencemos citándolo al hablar del oro, la plata y el hilo negro:
“La ostentación del oro les está prohibida a los banderilleros que, generalmente, utilizan la plata, aunque, últimamente, por razones de precio, se ven en los ruedos con traje de azabache. El oro está presente en las grandes ceremonias de la Iglesia, con las casullas bordadas, por ejemplo. Está vinculado, además al aspecto místico del sol, como la plata lo está a la luna. Bajo el imperio del sol imprime el torero un sentido espiritual a la faena, lo mismo que cuando “hace la luna”. Juan Belmonte será, una vez más, quien rompa con la tradición de que el matador vista de oro. Y sale a la plaza vestido de plata. Palomo Linares ha sido un matador que, casi siempre, vestía de plata. Ese vestido le hacía más niño. Pedro Castillo también ha vestido de plata en la plaza de Almería, durante la Feria de Agosto de 1991. Y Enrique Ponce llevaba un vestido lila y plata en la Feria del Pilar de 1991”.
Acorde con el título de estas notas, por qué no escribir de los colores de los trajes del toreo y para ello entresacaremos fragmentos del notable libro de Juan Antonio Pérez Mateos, “El Toreo, Una Visión Inédita” (Alianza Editorial, 1996) con una optimista intención de transcribirlo en este tema en más de una oportunidad.
Comencemos citándolo al hablar del oro, la plata y el hilo negro:
“La ostentación del oro les está prohibida a los banderilleros que, generalmente, utilizan la plata, aunque, últimamente, por razones de precio, se ven en los ruedos con traje de azabache. El oro está presente en las grandes ceremonias de la Iglesia, con las casullas bordadas, por ejemplo. Está vinculado, además al aspecto místico del sol, como la plata lo está a la luna. Bajo el imperio del sol imprime el torero un sentido espiritual a la faena, lo mismo que cuando “hace la luna”. Juan Belmonte será, una vez más, quien rompa con la tradición de que el matador vista de oro. Y sale a la plaza vestido de plata. Palomo Linares ha sido un matador que, casi siempre, vestía de plata. Ese vestido le hacía más niño. Pedro Castillo también ha vestido de plata en la plaza de Almería, durante la Feria de Agosto de 1991. Y Enrique Ponce llevaba un vestido lila y plata en la Feria del Pilar de 1991”.