Juan Bautista sin historia, ante un deslucido sin fuerza. El Cid, tapando las complicaciones del animal, apretando adentro, y sin clase. Un espadazo y por momentos unos cuantos protestando la colocación al rematar la serie. Petición de trofeo, que el juez no concedió, vuelta al ruedo de consolación.
El que salió de Talavante, no embiste, pasa del capote.