Bajo el título “Teloneros, con perdón”, Mario Hernanz (Burladero) levanta la voz sobre una más que evidente realidad. Eso que los taurinos llaman, el poner uno por delante porque a las figuras no les gusta abrir cartel. Aquí un par de párrafos de ese interesante análisis.
“Más o menos veteranos, un nutrido grupo de toreros han visto el cielo abierto… se ven acartelados en algunos de los grandes acontecimientos de la temporada, no por méritos propios sino por cuestión cronológica y meramente coyuntural. Sin merecerlo… Convidados de piedra, dicen. La maniobra, no por reiterada y conocida, deja de resultar cada vez más alevosa fundamentalmente con el público que paga”.
“Con esta figura en alza del abrecarteles, ganan las empresas que incluso ahorran tener que excusarse por no rematar la combinación de turno al tratarse de una imposición del torero estrella, gana incluso el propio diestro que exige su ‘telonero' pero, generalmente, pierde también quien imagina en esa tarde su gran oportunidad para reivindicarse con un ambiente cada vez más en contra. Otros, sin embargo, ya lo traían casi todo perdido. Javier Conde, por ejemplo, después del esperpento de Sevilla, abrirá cartel a José Tomás en Madrid, en la reaparición en Las Ventas del torero de Galapagar… Poco favor se le hace a la Fiesta y a la competencia”.
Usted ponga atención a las programaciones y verá a quienes se refiere el autor de la nota.
“Más o menos veteranos, un nutrido grupo de toreros han visto el cielo abierto… se ven acartelados en algunos de los grandes acontecimientos de la temporada, no por méritos propios sino por cuestión cronológica y meramente coyuntural. Sin merecerlo… Convidados de piedra, dicen. La maniobra, no por reiterada y conocida, deja de resultar cada vez más alevosa fundamentalmente con el público que paga”.
“Con esta figura en alza del abrecarteles, ganan las empresas que incluso ahorran tener que excusarse por no rematar la combinación de turno al tratarse de una imposición del torero estrella, gana incluso el propio diestro que exige su ‘telonero' pero, generalmente, pierde también quien imagina en esa tarde su gran oportunidad para reivindicarse con un ambiente cada vez más en contra. Otros, sin embargo, ya lo traían casi todo perdido. Javier Conde, por ejemplo, después del esperpento de Sevilla, abrirá cartel a José Tomás en Madrid, en la reaparición en Las Ventas del torero de Galapagar… Poco favor se le hace a la Fiesta y a la competencia”.
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