Ayer se cumplieron los 20 años de la Escuela Taurina de Acho, bajo la dirección de Daniel Escudero. Hoy, los alumnos y exalumnos tendrán un almuerzo de camaradería y una encerrona celebrando el acontecimiento.
Una escuela que funciona por el esfuerzo y empeño de su director y los alumnos pero que escaso apoyo recibe, apenas el local para funcionar y muchas veces con limitaciones. Un aspecto más en que los taurinos limeños deberán poner manos a la obra.
Los peruanos queremos tener toreros, y además competitivos a nivel internacional, pero no funcionan como debe ser nuestras escuelas, o mejor ponerlo en singular; tampoco el apoyo de parte de las ganaderías a todos los muchachos que quieren crecer en su profesión; y qué decir de los empresarios u organizadores de festejos o ferias, que nulo apoyo les brindan, desde abajo, para hacerse desde novilleros. Y si es arriba, en el escalafón mayor, privilegian al extranjero. ¿ese es el Perú taurino que queremos? Piénselo.
Por eso, sin ser suficiente porque podemos hacerlo mejor, es importante el esfuerzo aislado que se hace desde esta Escuela Taurina de Acho. Enhorabuena.