lunes, 12 de mayo de 2008

Renunciar NUNCA, rendirnos JAMAS

M.Z.
Nos hicimos eco de la advertencia hecha por el colega Dikey Fernández hace unos días y la cosa ha sido peor de lo que se esperaba. No sólo NO se respetan ritos y reglas taurinas, amparadas en el reglamento. Sino que la inconducta de la autoridad es flagrante.

Pudo haber UN MUERTO AYER EN ACHO por no ser inmediatamente intervenido en la enfermería de la plaza. Y como bien acota el colega “aquí hay responsabilidad penal” pero ¿QUIÉN SE HACE RESPONSABLE DE ESTO?

O ¿es que cree el alcalde Leyton, su asesor Tapia, el juez Gallo, su consejo taurino y sus compinches que inhibiéndose de estar en el palco, o presentando cartita en mesa de partes, pierden su responsabilidad en este caso y todos los otros?

NO. Porque la cornada gravísima existió.
NO. Porque el peligro de muerte está latente en tanto y en cuanto continúen estos desmadres.
NO. Porque la incapacidad de la autoridad del Rímac y sus compinches para manejar los destinos de Acho, en feria y fuera de ella, produce nauseas.
NO. Porque la categoría de la plaza de Acho es la que está en entredicho y los que de ella nos enorgullecemos no bajaremos la guardia.

Todavía nos acordamos del hazme reír que hicieron de la Feria del Señor de los Milagros el año pasado estos personajes a través de su “alcaldada burriciega” (como lo calificó Caretas) para traerse abajo un consejo taurino respetable, bajo la guía intelectual del asesor “ex oculto” porque luego fue reconocido por el alcalde (el revistero del comercio), quien sería el padrino del asesor actuante. Luego vino la payasada del “protocolo” y análisis post mortem, que Dios sabe si existirá; llegó lo de las multas impuestas y luego perdonadas a Taurolima porque “era un programa piloto”; y si eso era, a qué diablos se hicieron públicas sanciones por afeitados que luego sólo fueron “ensayos”, que lo único que consiguieron fue ponernos en boca del taurinismo mundial como cantinflescos, con perdón de don Mario Moreno. Y todo se coronó con el fallo, fallado, de su consejo de marras quitando el trofeo de la feria al maestro Ponce porque el toro estaba mal presentado y era manso. Y en este 2008, las pachangas y entierros bajos en los que se incluye el festival que de terna, quedó en mano a mano, y luego en encerrona (no hablo de la del ruedo).

Está claro. Tenemos en Acho una autoridad cantinflesca pero que actúa con alevosía, premeditación y ventaja. Hasta donde supimos, ayer por la mañana, nos dijeron que “los papeles estaban en regla” y por eso, porque Rimac dio pase, abrían las puertas, que el ganado de media casta estaba inscrito en el Rímac, que si no había enfermería equipada el festejo no se daba, etc, etc, etc. Y sucedió todo lo contrario. Hubo festejo con demora en el inicio, casi sin luz, hubo un cartel “super mixto”, SIN JUEZ DE PLAZA, sin alguacilillo, SIN enfermería EQUIPADA.

¿A qué estamos jugando? A dar pase y en el día aunque se que eres sospechoso de un ilícito te dejo seguir nomás con tu pachanga, pero como no voy al palco y no te veo, entonces no te sanciono. Y como ya pagaste tu “cuerpo técnico” y te dejé mi recibo (no de la municipalidad) todos estamos contentos.

Lo digo porque aunque no me lo crean, el asesor y corifeo vuelto habitué de un programa “ocupa y cortacabezas” se despachó bien alardeando -según nos contaron- que no se daba la pachanga si no se cumplía el reglamento… Incluso que había presentado una carta por mesa de partes alertando de su opinión contraria. Puro bla, bla, bla. Si Leyton NO LES HACE CASO ¿QUÉ ESPERAN PARA RENUNCIAR?

¿A qué estamos jugando? Repito. ¿dónde está la autoridad? ¿tanta es la incapacidad para controlar un permiso? Bien dicen que por ahí dicen:

no podemos permitir la comisión de un delito en nuestras barbas, hasta ahora son sospechosos pero no demuestran nada y como no nos consta se necesita amonestarlos para que delincan en nuestra presencia y así nos conste… Ah, pero déjenme dejar algo bien en claro, porque ahora hablaré con claridad, porque hay momentos en la vida que son realmente momentáneos y no es porque uno lo diga, pero hay por coincidencia que suponiendo que en este caso -no digamos lo que podría ser- pero debemos pensar en ello. Por eso le digo lo que le dije porque es que no tuve la culpa, y pasa eso porque no me hacen caso, ve que ahí está el detalle y que por eso me quedo, pos ¿pá que me voy? Sino estoy aquí quien va a poner orden, ya sabe que nadie sabe mas que yo y por eso ya ve, no ande usted diciendo esas cosas que no puede uno entenderle, si a usted no le importa por qué dice que a mi me importa lo que a usted no le importa… ¿y mi reputación? Ah, le repito que quiero que me deje dejarle algo bien claro, que si se necesita un sacrificio... renuncio a mi parte y agarro la suya.

Así como están las cosas, sino dejan a Leyton sólo en su inmundicia, confirmarán que la mermelada es muy apetitosa y que de renunciar, nunca. Todo esto da asco, abochorna… y daña. Pero rendirnos, jamás.