Por Pedro Abad-Schuster
El arte del rejoneo es un espectáculo ecuestre lleno de garbo, elegancia, emotividad y estética. En la última temporada 2010 Diego Ventura, en campaña en México, logró abrir la Puerta del Príncipe de Sevilla y la Puerta Grande de Las Ventas de Madrid. Mientras que el revolucionario del rejoneo Pablo Hermoso de Mendoza, en campaña en Bogotá donde torea los domingos 23 y 30 de enero 2011, sufrió un percance el año pasado que lo apartó de los ruedos un par de meses. Durante este año Pablo hará campaña en México y Estados Unidos, antes de ir a España y Francia.
Analizando sus orígenes, el toreo a caballo es el precedente del toreo de a pie, cuando desde el siglo XIII se daban corridas caballerescas alanceando toros durante nacimientos y bodas de reyes y nobles. Durante el reinado de los borbones llegó el desprecio aristocrático por el toreo a caballo, lo que dio lugar a que la clases bajas lo practicaran de una manera primitiva; así nació el toreo de a pie, cuya evolución se fue gestando hacia finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX.
Ponciano Diaz nacido en 1858 fue el primer mexicano que tomó la alternativa en España, en 1889 en Madrid de mano de Frascuelo. Cautivó a los públicos de la época por su temeridad expresándose tanto a caballo como de a pie. Sólo vivió 40 años. En 1895 nació el jinete cordobés Antonio Cañero, se encargó del resurgimiento del rejoneo en la tradición campera andaluza sumando 60 corridas en 1924. En 1928 llegó a torear 5 tardes en México, retirándose en 1936 con el estallido de la Guerra Civil española.
Durante los 40 tuvo notable importancia Conchita Cintrón y otros. Después vino Pablo Hermoso de Mendoza, el más grande; le siguen Andy Cartagena, Sergio Galán, Diego Ventura.
VIDEOS:
La Diosa de Oro, la peruana Conchita Cintrón (nuevas fotos y Tendido Cero) http://www.youtube.com/watch?v=0UU5m48LLok http://www.youtube.com/watch?v=KJ0jh67395E