viernes, 16 de abril de 2010

Video. 7va de Sevilla. Los Victorinos no rompieron hacia adelante.

Por Pedro Abad-Schuster

Sevilla, jueves 15 de abril de 2010. Casi lleno. Link del video (copiar y pegar): http://www.plus.es/videos/Toros/Victorino-vuelve-decepcionar-Sevilla/20100415pluutmtor_1/Ves/?ctn=mod08_34&modulo=MDLVideos&params=seccion%3D%26anchor%3Dplupor%26view%3Dmodulo%26xref%3D20100415pluutmtor_1.Ves%26xrefList%3D20100415pluutmftb_4.Ves%2C20100415pluutmsrs_5.Ves%2C20100415pluutmdep_2.Ves%26moduleId%3Dmod08_34%26skin%3DplusMini%26conf%3Dconf_neutro.xml

Los toros de Victorino Martín, incluso el sobrero, desiguales de hechuras, mansos, bajos de casta, complicados, les faltó fondo de bravura y hasta el halo de peligrosidad y listeza que los caracteriza. 5to toro, impresentable.

En cuanto salen bichos complicados y con guasa, los toreros desaparecen, y como ayer, o anteayer, nos hemos acostumbrado a justificar la ausencia de lidia, de dominio, de poder, de someter las arrancadas incómodas o desagradables de los toros. Con ello hemos perdido una parte sustancial del toreo, una parte indispensable, insustituible, un componente más importante y básico que la creación de arte o la estética. Antes que nada hay que someter al toro, dominarlo; en las eternas palabras de Domingo Ortega, hacer que éste vaya por donde no quiere ir ¿Dónde quedan los lidiadores de antaño? ¿Dónde esas faenas de Miguel Márquez, de Dámaso Gómez, de Ruiz Miguel, incluso de José Fuentes, de Andrés Vázquez o Gregorio Sánchez, de Jumillano u Ostos, de Puerta o Camino, de tantos y tantos que triunfaron con toros de este mismo hierro y de catadura más encastada y peligrosa? ¿Y dicen que ahora se torea mejor que nunca? Y si hay toreros con técnica y capacidad suficiente…, no se apuntan en gestos que antaño abundaban, a este tipo de corridas más exigentes. Se acabó.

El Cid lo intenta pero no puede, quiere, pero no es capaz de aguantar firme, llevarlo largo y mandado y superar las complicaciones a base de poderío para darle después dos series mandonas. Su primero, el 2do de la tarde de 565 kilos, veleto de cuerna, con cuajo, en tipo con trapío, complicado, manso, flojo y que pasó inédito por la muleta. Brusco en el capote, el Cid no lo quiso ni ver en la franela, hizo hilo en el capote de los banderilleros y algo en el último tercio y después de media docena de intentos de pase, con la muleta por detrás, dudas, movimiento de pies, y retirada. Tres cuartos de estoque atravesado y un descabello y salida de las mulas. El 5to de la tarde para El Cid, un sobrero del mismo hierro –que casi se cayó lo mismo que el original devuelto por inválido-, impresentable novillejo sin cuajo y sin cabeza, de 522 kilos, negro, manso, flojo y embistiendo sin clase. Manuel, con el trapo rojo en la mano, anduvo sin aguantar y apenas tiró un poco del animalito en las dos series iniciales. No había mucho viaje, desde luego, las arrancadas no eran encastadas o francas, pero tampoco era un criminal, ni una alimaña. Tres pinchazos, otro hondo y dos descabellos.

César Jiménez tampoco ha venido mentalizado para esto. Su primer toro, tercero de la corrida, de 555 kilos, capa cárdena como sus hermanos, ligeramente tocado, manso, soso y de poca casta. Con el capote, ni un lance estirándose, ni intención de ello al parecer, aunque es verdad que los toros apretaban de salida. Con la muleta a un lado siempre, citando a base de trallazos, muy poca cosa. El toro entraba algo brusco y se quedaba cortito. Ligo tres derechazos en la tercera tanda y se acabó; luego, de uno en uno y desde fuera, a media altura, apenas sacó nada en claro. Jiménez no nos dijo nada con su toreo. Un espadazo casi entero, caído y atravesado. En el último de la tarde, de distintas hechuras con 515 kilos, trapío, tocado de puntas, pero manso y complicado, reservón y bronco. Jiménez fue incapaz de aguantarlo, mientras se reservaba y escarbaba, con brincos a un lado para dejarlo pasar en vez de someterlo con la muleta. Muy pronto optó por castigarlo un poco por la cara –y no por los costados- para matarlo de un pinchazo trasero y caído, otro mejor, media atravesada saliendo achuchado y tres descabellos.

Antonio Ferrera enfrentó al 1er toro de la tarde de 560 kilos que nunca rompió adelante. Vibrante tercio de banderillas donde el torero arriesgó en un inverosímil par por los adentros, en el que resultó cogido sin consecuencias. Con la muleta el toro no transmitió ni tuvo emoción, quedándose corto en los engaños. Estuvo firme el extremeño. Pinchazo y media delanterilla y desprendida, rematadas con 3 descabellos. Con el 4to de la tarde volvió a firmar un emocionante tercio de banderillas, un toro con plaza y ofensivo. Con la muleta, Antonio fue metiéndolo en el canasto poco a poco a base de tirar mucho de él con corazón. Ferrera le terminó sacando dos naturales en una serie en donde se le quedó debajo, a medio pase, y él le aguantó el parón. Eso sí, el toro siempre supo lo que dejaba atrás y a final de faena embistió más a oleadas. Mató de media estocada.

Fuente: cope