Por Pedro Abad-Schuster
El mundo taurino, y el no taurino, periódicos, revistas, especializadas o no, páginas de internet y televisiones han presentado las imágenes de la última cogida sufrida por José Tomás en Aguascalientes. Una vez más se ha puesto en evidencia que los toros cogen, que los toros hieren, que los toros matan. Y que ponerse delante de uno de estos animales con verdad es algo que muy pocos son capaces de hacer. José Tomás es uno de ellos. De los que, además, se arrima y no escurre el bulto. No es raro, por tanto, que sea uno de los más castigados. Cada percance que sufre es grave. No se anda, tampoco aquí, con medias tintas. No se conforma con faenas lineales ni superficiales. Se entrega en cada muletazo y en cada serie parece que en ella le fuese la vida, algo literal tantas veces. Y pocas de las heridas recibidas son leves o simples rasguños. Otros toreros se esconden, más o menos artísticamente, o directamente se van a la pala del pitón, o, incluso, a la tabla del cuello. Pero José Tomás es de los que asume el riesgo, como tiene claro que ser torero –es decir darlo todo ante un público que se merece lo máximo para que el espectáculo continúe- lleva implícita la posibilidad cierta de la cornada. Y asume esa certeza. Lo ha tenido muy claro, especialmente en la temporada de su reaparición y la siguiente. Su tributo de sangre es más elevado que el satisfecho por otros muchos de sus iguales. Está claro que ha sido muy castigado por los toros, pero pese a sus muchas cogidas no ha habido merma ni de su valor ni de su voluntad. Su vida ha sido salvada cuando su banderillero Diego Martinez “taponeó” el boquete en el muslo con su mano y puño décimas de segundo apenas ocurrió el brutal y espeluznante cornalón, a pesar de lo cual quedó marcado en el piso del callejón el reguero de sangre del torero desparramado a lo largo de todo el trayecto de las barreras de sombra hasta la enfermería, en el límite con las barreras de sol. Su vida ha sido salvada por los médicos que le atendieron en la enfermería de la plaza y que no les tembló el pulso y atajaron con entereza y profesionalidad una herida que seguía sangrando a borbotones. ¡Gracias! al cuerpo médico de la Plaza por salvarnos a José Tomás. A los doctores: cirujano cardiovascular Alfredo Ruiz Romero, traumatólogo Carlos Hernández Sánchez, cirujano urólogo Luis Miguel Chávez Gómez, cirujano general Enrique González Careaga, cardiólogo Juan Carlos Ramírez Ruvalcaba, neurocirujano Julio Palma Sevilla.
Video: Faena de José Tomás, en su primero, antes de la cornada de su segundo en Aguascalientes. Ganadería De Santiago. Link (copiar y pegar): http://www.mundotoromexico.com/2010/index.php?acc=galmultd&id=315
Video de la cornada (desde otro ángulo): http://www.suertematador.com/
Audio de entrevista del autor del pasodoble “José Tomás”, José Napoleón. http://www.mundotoromexico.com/2010/index.php?acc=podcast&p=2
Fuente: tomado de avance taurino.
Video: Faena de José Tomás, en su primero, antes de la cornada de su segundo en Aguascalientes. Ganadería De Santiago. Link (copiar y pegar): http://www.mundotoromexico.com/2010/index.php?acc=galmultd&id=315
Video de la cornada (desde otro ángulo): http://www.suertematador.com/
Audio de entrevista del autor del pasodoble “José Tomás”, José Napoleón. http://www.mundotoromexico.com/2010/index.php?acc=podcast&p=2
Fuente: tomado de avance taurino.