lunes, 19 de abril de 2010

Video. 11va de Sevilla. Arte de primera clase de Morante.

Por Pedro Abad-Schuster

Sevilla, lunes 19 de abril de 2010. Lleno absoluto.

El video està en http://feriastaurinas.plus.es/player_video.html?xref=20100420pluutmtor_1.Ves

3 toros de Jandilla (incluso el primer sobrero) y 2 de Vegahermosa, mal presentados, mansos, descastados, sosos y a menos. 1 toro de Javier Molina (5º bis), anovillado, manso, complicado.

Julio Aparicio, silencio en ambos. Morante de la Puebla, silencio y ovación tras petición (aviso). Cayetano Rivera Ordóñez, ovación en ambos.

La corrida ha dejado momentos de gracia, de arte, de interés por los de luces, aunque hayan tenido un enemigo ridículo en muchas ocasiones. Cuando no hay toro, qué poco pesa todo. Unas verónicas de gusto clásico, eterno, rematadas con media y un recorte envolviéndose en el capote, de Aparicio en el quite a su primero; otras verónicas superiores, rematadas con revolera de Morante en el mismo primer toro, o buenas al recibir al segundo; verónica y media de Julio en el cuarto, y unas preciosas verónicas, de padre y muy señor mío, rodilla en tierra pero ganando siempre terreno a los medios de Cayetano, fue, al margen de la discutida faena al quinto del de la Puebla, el resumen del festejo.

Arte de primera clase de José Antonio Morante de la Puebla, embrujo en el aleteo sutil del engaño, llevando cautivado al artrópodo de turno cual si de cazamariposas se tratase, para dejarlo luego en libertad y repetir el lance. Soberbio y precioso, pero con bichos. A Morante le echaron ambos titulares al corral, el primero por partirse un pitón, el segundo por flojedad –aunque en realidad por impresentable.

El quinto de la tarde para Morante fue otra cucaracha de don Javier Molina, de 511 en la báscula, negra bragada y emana, anovillada y sin dignidad para este coso, mansa y complicada. No se lució en el capote, y en varas vimos reírse a Cayetano y Aparicio, no sabemos de qué. Con la muleta empezaron mal las cosas, brusco y codicioso encerró contra las tablas al maestro de la Puebla, y pensamos que ahí se acabaría la cosa, pero siguió voluntarioso, doblándose de entrada, por bajo y hacia los medios. Allí, al hilo y con algunos feos enganchones, anduvo trabajador, porfión, salpicando algunos buenos muletazos entre otros sin sal o enganchados. Hizo un verdadero esfuerzo, aguantando en lo posible la mala clase del bicho, su revolverse al finalizar el pase y su no siempre clara y larga embestida. El toro se le fue rajando hacia su terreno, cerca de toriles, y por allí, sobre el tercio, acabó sacándole los mejores muletazos de la faena, a derechas, emocionante, mejor colocado que antes, rematada con una trinchera para esculpirla. Y siguió y siguió, metiéndolo en el trapo, sacando algunos muletazos de calidad sueltos, con ambas manos, y aguantando las malquerencias del animalejo. El morantismo acabó por arrebatar los tendidos –sobre todo en terrenos de sol, pero también en parte de los “asombrados”-, alzándose las gentes ante una faena meritoria pero desigual. ¡Sonó un aviso antes de coger la de verdad! Díganme si es este el Morante de otros días, o anduvo empeñado en sacar partido de lo que no tenía demasiado. Un pinchazo atravesado, con desarme, propio de un coleccionista de coleópteros, y un descabello, dejaron la cosa en petición, sin respuesta del usía. Hubo más ilusiones que realidades en el trasteo del de la Puebla, por más que le reconozcamos el mérito de aguantar el complicado y casi venenoso bichejo de marras. No obstante lo cual: lección entomológica de Morante. Fotos en: http://www.mundotoro.com/auxiliar/galerias2010/Sevilla190410/nueva%20carpeta.swf

Fuente: COPE