Por Victor Zar G.
"El Gallo", torero famoso hermano de "Joselito", más famoso y más torero, se había casado con la no menos famosa tonadillera Pastora Imperio, y se relacionaban con lo más granado de la sociedad de su tiempo, sobretodo en la época que va de principios del siglo veinte y hasta la guerra civil española de 1.936. Más o menos. José Ortega y Gasset, coetáneo del Gallo, fué un filósofo de primera línea y máximo exponente de teorías filosóficas como el perspectivismo o la razón vital, influyó sobremanera en la filosofía de su tiempo y dicen que su estilo literario, ágil y transparente, hizo que llegaran sus teorías al gran público, cosa nada fácil para un filósofo en aquel tiempo. Y en éste. Una de sus frases, fruto de sus teorías filosóficas, "Yo soy yo y mi circunstancia" la hemos repetido todos en algún momento de nuestras vidas, quizás sin detenernos mucho a diseccionarla filosóficamente, pero si intuyendo un algo, un recao, profundo e intelectual.
Pues resulta que un día coincidieron El Gallo y Ortega. Los presentaron, intercambiaron los saludos de cortesía y, cuando se hubo alejado el gran pensador, El Gallo preguntó que quien era aquél gachó, que a qué se dedicaba con esa pinta que tenía de estudiao. Cuando le informaron que era filósofo, el diestro preguntó:
.-¿ Y ezo qué e lo que e, joé?.
Algún alma caritativa le apuntó que los filósofos eran gente que se dedicaban a pensar...
Y, después de hacer lo propio durante unos eternos segundos, el matador, hay quien sostiene que fué como un parto mental, otros estudiosos dicen que le salió por casualidad, como al burro de la flauta, soltó otra de las frases filosóficas más famosas de nuestra acervo cultural y que ha llegado también intacta y vigente hasta nuestros días:
.-¡¡Hay gente pa tó!!
"El Gallo", torero famoso hermano de "Joselito", más famoso y más torero, se había casado con la no menos famosa tonadillera Pastora Imperio, y se relacionaban con lo más granado de la sociedad de su tiempo, sobretodo en la época que va de principios del siglo veinte y hasta la guerra civil española de 1.936. Más o menos. José Ortega y Gasset, coetáneo del Gallo, fué un filósofo de primera línea y máximo exponente de teorías filosóficas como el perspectivismo o la razón vital, influyó sobremanera en la filosofía de su tiempo y dicen que su estilo literario, ágil y transparente, hizo que llegaran sus teorías al gran público, cosa nada fácil para un filósofo en aquel tiempo. Y en éste. Una de sus frases, fruto de sus teorías filosóficas, "Yo soy yo y mi circunstancia" la hemos repetido todos en algún momento de nuestras vidas, quizás sin detenernos mucho a diseccionarla filosóficamente, pero si intuyendo un algo, un recao, profundo e intelectual.
Pues resulta que un día coincidieron El Gallo y Ortega. Los presentaron, intercambiaron los saludos de cortesía y, cuando se hubo alejado el gran pensador, El Gallo preguntó que quien era aquél gachó, que a qué se dedicaba con esa pinta que tenía de estudiao. Cuando le informaron que era filósofo, el diestro preguntó:
.-¿ Y ezo qué e lo que e, joé?.
Algún alma caritativa le apuntó que los filósofos eran gente que se dedicaban a pensar...
Y, después de hacer lo propio durante unos eternos segundos, el matador, hay quien sostiene que fué como un parto mental, otros estudiosos dicen que le salió por casualidad, como al burro de la flauta, soltó otra de las frases filosóficas más famosas de nuestra acervo cultural y que ha llegado también intacta y vigente hasta nuestros días:
.-¡¡Hay gente pa tó!!