De manera incomprensible el palco presidencial negó las dos orejas al matador caleño Luís Bolívar, orejas que tenía conquistadas gracias a su buena labor con el cuarto de la corrida y bien rematada con la espada. Cómo está toreando de bien Bolívar con el capote y luego su colocación y el gusto que le está poniendo con la muleta.No quisiera pensar que detrás de estas decisiones en la plaza, hay algo más que una simple apreciación caprichosa o ignorante del palco. El público obligó al torero de aquí, al colombiano a dar dos vueltas al ruedo y saber que las dos orejas otorgadas al español Abellán, se entregaron sin dilación y rapidito.¡Ah!, verdad que Bolívar se demoró para firmar el contrato y hubo tira y encoje. ¿Será que lo que se quiere evitar es que el caché o cotización del Caleño, del colombiano Bolívar suba por los triunfos adquiridos, por las puertas grandes ganadas?...No lo sé, solo me pregunto el ¿por qué no apostarle al triunfo de los nuestros, como a los del caleño, a los del colombiano?.
Gracias a Dios todo quedó ahi porque Bolívar triunfó y salió a hombros en la última al día siguiente y pudo consumar ser el triunfador del ciclo sobre el otro engreído de Cali, Sebastián Castella. Para Bolívar, 3 puertas grandes y el trofeo Señor de los Cristáles.