Resulta que... en pleno proceso de expropiación BPP fue enviado por el propio ganadero Rafael Puga Estrada a La Pauca, siguiendo un consejo de Fernando Graña, para que en su calidad de ingeniero zootecnista recien graduado con una tesis sobre reses de lidia, preparara un inventario y una valorización de parte, para que en el proceso de expropiación los militares consideren al ganado de lidia como animales de pura raza y no los valorizaran a precio menor como si fuera ganado de carne, de engorde, de parrilla. (Fuente: Buena fuente)
¿Y qué resultó? que los militares pagaron lo que pagaron, osea el equivalente a 100 dolares por cada animal bravo, porque el ingeniero contratado por el ganadero Puga Estrada había presentado una pericia como perito valuador de parte, menor a la que había hecho la misma gente de la Reforma Agraria. Y, luego resultó que, el ingeniero tasador de parte fuera designado gerente técnico de esa ganadería en manos de los cooperativistas. (y luego gerente de ganaderias de las SAIS) Jugada chueca, por la espalda, a traición, fue lo que resultó ¿o no?