Por Gustavo Alcedo
Como bien se sabe el programa El Gran Show de la señora Gisela Valcárcel es una franquicia mexicana de la empresa Televisa y que por lo tanto el programa se encuentra supeditado a ciertas reglas. Algunas de las cuales tienen que ver con la actuación y desempeño del jurado.
Basta recordar que en el programa Bailando por un sueño el señor Carlos Cacho recibió una amonestación por mostrar sus simpatías por una concursante.
Por ello, ante lo sucedido el pasado sábado 14 de agosto por parte de la señora Morella Petrozzi, al declarar en dicho programa que es “antitaurina, pero que estamos evaluando danza” parece que la señora Petrozzi olvida que El Gran Show no es un concurso de baile televisado, sino de un reality; y si bien el jurado da una calificación por el baile; que como ya hemos visto en el caso de la señora Petrozzi es bastante “subjetivo”; al final es el televidente del programa quien elige quién se queda, quién se va y quién gana el programa.
Si la pasada temporada del programa el Sr. Roberto Martínez hubiera continuado en el reality, él muy probablemente lo hubiera ganado y hubiera sido totalmente legal y legitimo porque como ya se mencionó no es un concurso de baile sino un reality y es el público quien tiene la última palabra.
Así quien gana este programa no es el que mejor baila, sino quien (como en todo reality: Gran hermano, Operación Triunfo, etc.) cuenta con la mayor simpatía del público; para unos estará mal, para otros bien, pero hay que recordar su formato de reality.
Por ello la producción del programa, encabezado por la señora Gisela Valcárcel y el señor Ricky Rodríguez, no pueden pasar por alto la grave falta de la señora Petrozzi al descalificar de manera directa y radical la profesión de torero del señor Fernando Roca Rey, ya que de esta manera está boicoteando su participación en el programa al crear un sesgo en los espectadores e induciendo a que el señor Roca Rey no reciba las preferencias de los seguidores del programa.
Por esto, antes que el representante del señor Roca Rey lo exija, amparándose en el contrato que el torero firmó con el programa, la producción de la señora Gisela Valcárcel debe exigir unas disculpas públicas por parte de la señora Morella Petrozzi y que ésta sea amonestado en el programa, al igual que lo fue el señor Carlos Cacho hace unos años. El precedente existe; por ello debe cumplirse.
Para finalizar, es comprensible que la señora Petrozzi quiera diferenciarse de los demás miembros del jurado al aparentar una actitud severa y exigente como jurado. Pero su falta de respeto y discriminación a un concursante son inaceptables.
Basta recordar que en el programa Bailando por un sueño el señor Carlos Cacho recibió una amonestación por mostrar sus simpatías por una concursante.
Por ello, ante lo sucedido el pasado sábado 14 de agosto por parte de la señora Morella Petrozzi, al declarar en dicho programa que es “antitaurina, pero que estamos evaluando danza” parece que la señora Petrozzi olvida que El Gran Show no es un concurso de baile televisado, sino de un reality; y si bien el jurado da una calificación por el baile; que como ya hemos visto en el caso de la señora Petrozzi es bastante “subjetivo”; al final es el televidente del programa quien elige quién se queda, quién se va y quién gana el programa.
Si la pasada temporada del programa el Sr. Roberto Martínez hubiera continuado en el reality, él muy probablemente lo hubiera ganado y hubiera sido totalmente legal y legitimo porque como ya se mencionó no es un concurso de baile sino un reality y es el público quien tiene la última palabra.
Así quien gana este programa no es el que mejor baila, sino quien (como en todo reality: Gran hermano, Operación Triunfo, etc.) cuenta con la mayor simpatía del público; para unos estará mal, para otros bien, pero hay que recordar su formato de reality.
Por ello la producción del programa, encabezado por la señora Gisela Valcárcel y el señor Ricky Rodríguez, no pueden pasar por alto la grave falta de la señora Petrozzi al descalificar de manera directa y radical la profesión de torero del señor Fernando Roca Rey, ya que de esta manera está boicoteando su participación en el programa al crear un sesgo en los espectadores e induciendo a que el señor Roca Rey no reciba las preferencias de los seguidores del programa.
Por esto, antes que el representante del señor Roca Rey lo exija, amparándose en el contrato que el torero firmó con el programa, la producción de la señora Gisela Valcárcel debe exigir unas disculpas públicas por parte de la señora Morella Petrozzi y que ésta sea amonestado en el programa, al igual que lo fue el señor Carlos Cacho hace unos años. El precedente existe; por ello debe cumplirse.
Para finalizar, es comprensible que la señora Petrozzi quiera diferenciarse de los demás miembros del jurado al aparentar una actitud severa y exigente como jurado. Pero su falta de respeto y discriminación a un concursante son inaceptables.
