Por Pedro Abad-Schuster
Los empresarios taurinos Hermanos Rodríguez Jáuregui, los integrantes de la Peña Taurina Aficionados de Caracas, así como los integrantes del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida pensaron que podía renacer la tradición de celebrar la temporada taurina en la ciudad litoralense de La Guaira, a 30 kilómetros al norte de Caracas. Sin embargo, al pareceré las dos corridas anunciadas en la Feria de Vargas se cayeron por un categórico telefonazo - o recomendación- originado desde dentro de la Defensoría del Pueblo, con vinculaciones a ONG extranjeras. Las ONG son organizaciones de otros países que se supone trabajan proyectos culturales en el país.
La versión difundida de la razón de la suspensión es que vino la orden para regresar los toros a la ganadería, o lo que es lo mismo de utilizar la excusa de la corrida a la portuguesa, para “recuperar” el gasto incurrido, que podría ser de unos $15,000 dólares. Los toreros se opusieron rotundamente a violar la tradición taurina a la española. Ellos cobraron sin torear. Al parecer los ganaderos también cobraron, pero quedaron los toros vivos a disposición de los organizadores. Da que pensar que se suspendiera la Feria de Vargas, pues es organizada por la propia Alcaldía de Vargas, cumpliendo todas las leyes, reglamentos y ordenanzas correspondientes a la Ley de Espectáculos Públicos vigentes en Venezuela. No han mediado circunstancias de orden público o de la naturaleza. Cada año, del 21 al 29 de agosto, el estado Vargas está de fiesta durante ocho días en que su macro organizador, el Gobernador Jorge García Carneiro del Gobierno regional, expone las potencialidades de la región litoralense. La Feria está orientada para promocionar al estado, con 3 millones de visitantes. (Fuente: el meridiano).