lunes, 13 de abril de 2009

Cunera tarde


Estuve el fin de semana en Las Palmas donde el día Sábado 11 se verificó el tradicional festival taurino que no tuvo triunfadores sino vencidos. No hay mucho material que reseñar, tan solo decir que el ganado lidiado anunciado como Villa Hermosa con procedencia La Viña, para pretender dar señales de tener procedencia de casta, no estuvo ni cerca de eso. Feos de hechuras, amoruchados, por contenido y continenete, se llevaron al tacho una tarde que generó expectación como cada año que se programa este festival.

Fue creciendo la protesta del público al constatar el nulo juego del ganado y en algunos casos como los del lote del peruano Simpson, carentes de fuerza, más el primero que se echó en la arena reiteradas veces. Claudicantes las reses, desacastadas, y desilusionados los toreros. Fue un mano a mano entre el alternativado Alfonso Simpson y el novillero español Juan José Varela, quienes no pueden ser juzgados ni medidos, menos calificados, por el material tan malo que tuvieron delante. Esforzados ambos y con ganas de dejar algo en la arena. Decir que otros con estos cuneros cortan orejas es menospreciar el empeño de ambos por conseguir algo en la tarde. Una tanda de Simpson apretado en tablas y algo de capote de Varela es todo lo que nos deja. Más fue el sinsabor de una tarde pérdida en la importante historia taurina del club de playa palmeño.

Se tocó fondo, es hora de empezar a trabajar por devolver la ilusión de la gente para que el año próximo acuda a llenar el coqueto coso de Asia. Toca también que la comisión taurina redoble esfuerzos para volver al nivel alcanzado años atras. Apostaron por una "ganadería" ¿? que no fue lo que esperaban. Sus motivos tendrían para hacerlo pero a todas luces, apostaron y perdieron. Toca además devolver la oportunidad al peruano Simpson de lucirse y triunfar en este escenario en venidera ocasión.

APUNTE: Si fue un pecado dejarse envolver por traficantes de ganado para anunciar este hierro ¿?, mayor pecado ha sido permitir la televisación internacional vía internet de la tarde, sabiendo que era una apuesta y que no se tenía confianza en lo que podía salir. El daño a la imagen de la ganadería brava del Perú ¡ha sido gordo! Tocará a otros resarcirlo. Y ellos, los primeros el año próximo.