tres toreros de distintas nacionalidades con una tarde que iba para el olvido, hasta que el colombiano Luis Bolívar cambió la moneda. Era una corrida de Peñajara, la misma que lo hizo dar que hablar el año pasado en Madrid, pero no por ello sufrirla menos. El triunfo llegó en el 6º, que tuvo la clave de la movilidad. Lo sujetó porque quería huir y estuvo por encima de las condiciones del animal. "Luis, incluso se gustó en ocasiones en varias tandas con la diestra y algún natural de excelente corte... Faena venida a más, con un toro que humilló poco y con la estimación de levantar la moral de un público que estaba aletargado por lo tedioso del festejo. Convenció al respetable que le otorgó el trofeo, por una faena inteligente que no tuvo fisuras y sí mucho sabor torero".
Miércoles 22 de abril. 6ª de Feria. Casi tres cuartos de plaza. Toros de Peñajara, desiguales aunque correctos presentados. 1º reservón y complicado. 2º brusco y sin clase. 3º manso y con genio. 4º y 5º descastados. 6º manso y con movilidad aunque sin clase.
Antonio Barrera, silencio y silencio.
Juan Bautista, silencio y silencio.
Luis Bolívar, silencio y oreja.
Fuente: Burladero
Miércoles 22 de abril. 6ª de Feria. Casi tres cuartos de plaza. Toros de Peñajara, desiguales aunque correctos presentados. 1º reservón y complicado. 2º brusco y sin clase. 3º manso y con genio. 4º y 5º descastados. 6º manso y con movilidad aunque sin clase.
Antonio Barrera, silencio y silencio.
Juan Bautista, silencio y silencio.
Luis Bolívar, silencio y oreja.
Fuente: Burladero