Por Adiel Bolio hijo. El Sol del Centro.
Comenzó la parte taurina de la Feria Nacional de San Marcos con gran ánimo y mejor ambiente, tanto humano como climático, sin embargo, se ha cumplido el adagio que dice: "El torero pone, Dios dispone, viene el toro y todo lo descompone", pero hay que decir con justeza que los tres chavales anunciados, el anfitrión Jorge Adame, el potosino Fernando Labastida y el sudamericano Fernando Alzate, han dejado en el ruedo del coso Monumental su mejor esfuerzo, jugándose de verdad la vida, a pesar de que estuvieron cerca de sufrir un serio percance, estando más cerca de ello el espigado Adame.
De esta manera, ante una buena entrada en la plaza Monumental, manteniendo el nivel de asistencia que se registró en el pasado serial menor que se llevó a cabo en el coso San Marcos, se lidió un encierro bien presentado de la dehesa zacatecana de Malpaso, siendo los cinco primeros bureles complicados y peligrosos. Bueno fue el sexto pero se acabó pronto.Jorge Adame de Aguascalientes, vestido de corinto y azabache, con faja y corbatín en verde manzana, recibió a su primero con templados lances a la verónica y mejor se vio en un quite por ajustadas chicuelinas que le fueron jaleadas. Bueno fue el puyazo de Mauro Prado y el propio Adame cubrió con lucimiento el segundo tercio, sobresaliendo su tercer par al cuarteo por el pitón derecho. Con muleta, su faena la inició por alto, hizo una pausa y después engarzar la primera serie de derechazos resultó cogido por la cara posterior del muslo derecho. Se levantó sin verse la ropa para seguir toreando con la mano diestra con evidente voluntad.
El de Malpaso se ceñía pero el torero le aguantó por ambos perfiles para concluir con manoletinas. Una estocada entera y caída para terminar por escuchar algunas palmas de aliento.En el segundo de su lote poco pudo hacer con el capote, aunque se lució en un quite ceñidísimo por tafalleras. Colocó banderillas con buena exposición acompañado del aspirante a subalterno de a pie, Héctor Rojas. Con la muleta, previo brindis a don José Sánchez y su hijo el matador de toros Martín Sánchez, principió plantándole cara con firmeza pero el ejemplar de Saín Alto tenía peligro y andaba con la cabeza suelta de manera amenazante. Aún así, con muchas ganas de triunfar, Adame se la jugó hasta que fue empitonado y cuando "todo mundo" en la plaza pensaba que traía un "tabaco" fuerte en el muslo izquierdo, todo se redujo a un fuerte golpe en la cabeza que lo conmocionó cerebralmente de manera severa pero ya sin poder continuar en el ruedo, pues fue conducido por las asistencias a la enfermería.
Fernando Labastida, como espada en turno, terminó de pasaportar al enemigo hasta el tercer viaje.Fernando Labastida, de San Luis Potosí, de grana y oro, con faja y corbatín en rosa, a su primero le instrumentó señeras verónicas y aún mejor estuvo en un artístico y bien ejecutado quite por chicuelinas. Su labor muleteril la inició caminándole toreramente de los tercios a los medios para a continuación, a pesar de las complicaciones del animal, que se quedaba corto y derrotaba peligrosamente, jugársela de verdad por ambos lados, tanto por las dificultades del astado como por lo peligroso que le resultaron las banderillas, pues en un par de ocasiones sufrió dos golpazos que le abrieron la mejilla derecha.
Pero así continuó Fernando, pisando terrenos comprometidos hasta sacar muletazos de gran valor, sobre todo por el lado derecho, y tras un pinchazo, el burel zacatecano dobló y entonces el público en reconocimiento a la meritoria labor el diestro lo llamó a saludar desde el tercio con fuerte ovación.En su segundo, nada se dejó hacer el burel con el capote, pero con la muleta, tras brindarle al "Príncipe d Galapagar" José Tomás, Fernando se ha vuelto a jugar la existencia con autenticidad, logrando momentos de gran mérito hasta que resultó empitonado y caer mal a la arena. Se repuso y volvió a la cara del complicado burel más que dispuesto para ligar muletazos importantes. A la hora buena se puso pesado con la toledana hasta escuchar un aviso pero el público, reconociendo su arrojo y su valor, lo ovacionó en el tercio.
Fernando Alzate, de Bogota, Colombia, pero caleño de corazon, ataviado con un terno en blanco y plata, con faja y corbatín en corinto, y medias con flecha negra, al primer astado que le tocó en suerte lo lanceó con voluntad a la verónica y mejor se mostró en un vistoso quite por tafalleras. Su trasteo con la sarga tuvo un trepidante comienzo con tres cambiados por la espalda, dos forzados de pecho y otro preparado rodilla en tierra. El novillo era soso y con malas ideas, pero el sudamericano, a base de empeño y valentía, le arrancó pases de gran valor por ambos perfiles, destacando su toreo en redondo que se le festejó. Media estocada y dos golpes de descabello pusieron fin a la lidia, siendo ovacionado en el tercio.Y al que cerró plaza lo recibió cerrado en tablas con dos largas cambiadas de hinojos y de pie ejecutar un ajustado quite por gaoneras. Con la muleta inició en los medios de rodillas con una templada tanda de derechazos y seguir, ya incorporado, con más series diestras con temple y buen mando. Instrumentó después el toreo natural y en redondo para luego continuar con entusiasmo por el derecho. Sin duda, "Caliche" ha sido el novillo más potable del complicado encierro, pero Alzate ha podido con el astado y le cuajó la faena a pesar de algunos desarmes. Adornos toreros y valientes para finalizar, destacando un grupo de joselillinas impetuosas. Desacertado se vio con el alfanje, perdiendo una oreja que tenía ganada, y al final se le ovacionó su determinación.
Si acaso el principio torero de la Feria Nacional de San Marcos no fue como se esperaba, si podemos que los chavales novilleros dieron todo en el ruedo con tal de agradar a la concurrencia (Extraido de El Sol del Centro de Aguascalientes). .
Comenzó la parte taurina de la Feria Nacional de San Marcos con gran ánimo y mejor ambiente, tanto humano como climático, sin embargo, se ha cumplido el adagio que dice: "El torero pone, Dios dispone, viene el toro y todo lo descompone", pero hay que decir con justeza que los tres chavales anunciados, el anfitrión Jorge Adame, el potosino Fernando Labastida y el sudamericano Fernando Alzate, han dejado en el ruedo del coso Monumental su mejor esfuerzo, jugándose de verdad la vida, a pesar de que estuvieron cerca de sufrir un serio percance, estando más cerca de ello el espigado Adame.
De esta manera, ante una buena entrada en la plaza Monumental, manteniendo el nivel de asistencia que se registró en el pasado serial menor que se llevó a cabo en el coso San Marcos, se lidió un encierro bien presentado de la dehesa zacatecana de Malpaso, siendo los cinco primeros bureles complicados y peligrosos. Bueno fue el sexto pero se acabó pronto.Jorge Adame de Aguascalientes, vestido de corinto y azabache, con faja y corbatín en verde manzana, recibió a su primero con templados lances a la verónica y mejor se vio en un quite por ajustadas chicuelinas que le fueron jaleadas. Bueno fue el puyazo de Mauro Prado y el propio Adame cubrió con lucimiento el segundo tercio, sobresaliendo su tercer par al cuarteo por el pitón derecho. Con muleta, su faena la inició por alto, hizo una pausa y después engarzar la primera serie de derechazos resultó cogido por la cara posterior del muslo derecho. Se levantó sin verse la ropa para seguir toreando con la mano diestra con evidente voluntad.
El de Malpaso se ceñía pero el torero le aguantó por ambos perfiles para concluir con manoletinas. Una estocada entera y caída para terminar por escuchar algunas palmas de aliento.En el segundo de su lote poco pudo hacer con el capote, aunque se lució en un quite ceñidísimo por tafalleras. Colocó banderillas con buena exposición acompañado del aspirante a subalterno de a pie, Héctor Rojas. Con la muleta, previo brindis a don José Sánchez y su hijo el matador de toros Martín Sánchez, principió plantándole cara con firmeza pero el ejemplar de Saín Alto tenía peligro y andaba con la cabeza suelta de manera amenazante. Aún así, con muchas ganas de triunfar, Adame se la jugó hasta que fue empitonado y cuando "todo mundo" en la plaza pensaba que traía un "tabaco" fuerte en el muslo izquierdo, todo se redujo a un fuerte golpe en la cabeza que lo conmocionó cerebralmente de manera severa pero ya sin poder continuar en el ruedo, pues fue conducido por las asistencias a la enfermería.
Fernando Labastida, como espada en turno, terminó de pasaportar al enemigo hasta el tercer viaje.Fernando Labastida, de San Luis Potosí, de grana y oro, con faja y corbatín en rosa, a su primero le instrumentó señeras verónicas y aún mejor estuvo en un artístico y bien ejecutado quite por chicuelinas. Su labor muleteril la inició caminándole toreramente de los tercios a los medios para a continuación, a pesar de las complicaciones del animal, que se quedaba corto y derrotaba peligrosamente, jugársela de verdad por ambos lados, tanto por las dificultades del astado como por lo peligroso que le resultaron las banderillas, pues en un par de ocasiones sufrió dos golpazos que le abrieron la mejilla derecha.
Pero así continuó Fernando, pisando terrenos comprometidos hasta sacar muletazos de gran valor, sobre todo por el lado derecho, y tras un pinchazo, el burel zacatecano dobló y entonces el público en reconocimiento a la meritoria labor el diestro lo llamó a saludar desde el tercio con fuerte ovación.En su segundo, nada se dejó hacer el burel con el capote, pero con la muleta, tras brindarle al "Príncipe d Galapagar" José Tomás, Fernando se ha vuelto a jugar la existencia con autenticidad, logrando momentos de gran mérito hasta que resultó empitonado y caer mal a la arena. Se repuso y volvió a la cara del complicado burel más que dispuesto para ligar muletazos importantes. A la hora buena se puso pesado con la toledana hasta escuchar un aviso pero el público, reconociendo su arrojo y su valor, lo ovacionó en el tercio.
Fernando Alzate, de Bogota, Colombia, pero caleño de corazon, ataviado con un terno en blanco y plata, con faja y corbatín en corinto, y medias con flecha negra, al primer astado que le tocó en suerte lo lanceó con voluntad a la verónica y mejor se mostró en un vistoso quite por tafalleras. Su trasteo con la sarga tuvo un trepidante comienzo con tres cambiados por la espalda, dos forzados de pecho y otro preparado rodilla en tierra. El novillo era soso y con malas ideas, pero el sudamericano, a base de empeño y valentía, le arrancó pases de gran valor por ambos perfiles, destacando su toreo en redondo que se le festejó. Media estocada y dos golpes de descabello pusieron fin a la lidia, siendo ovacionado en el tercio.Y al que cerró plaza lo recibió cerrado en tablas con dos largas cambiadas de hinojos y de pie ejecutar un ajustado quite por gaoneras. Con la muleta inició en los medios de rodillas con una templada tanda de derechazos y seguir, ya incorporado, con más series diestras con temple y buen mando. Instrumentó después el toreo natural y en redondo para luego continuar con entusiasmo por el derecho. Sin duda, "Caliche" ha sido el novillo más potable del complicado encierro, pero Alzate ha podido con el astado y le cuajó la faena a pesar de algunos desarmes. Adornos toreros y valientes para finalizar, destacando un grupo de joselillinas impetuosas. Desacertado se vio con el alfanje, perdiendo una oreja que tenía ganada, y al final se le ovacionó su determinación.
Si acaso el principio torero de la Feria Nacional de San Marcos no fue como se esperaba, si podemos que los chavales novilleros dieron todo en el ruedo con tal de agradar a la concurrencia (Extraido de El Sol del Centro de Aguascalientes). .