sábado, 3 de enero de 2009

Matiz

A la corrida de Mondoñedo le sobrepasan la "división de opiniones", esta ES la fiesta de los toros... Jorge Arturo Díaz escribe sobre los toros... (burladerodos) "Cuando el toro gana…"

Siempre que los Mondoñedo vienen a Cali hacen historia, y esta vez volvieron serios, bien armados, bravos y soberbios, para inaugurar el 2009, imponer respeto, emocionar, y sentar en el ruedo aquello de que el toro de lidia no nace para ser el cómplice de su propia humillación, sino para pelear bizarro a vida por vida. Todos resultaron muertos, malamente muertos, sí, pero no derrotados, no, aplaudidos, bien aplaudidos, con admiración rendida.

En la noche cálida, cuatro negros y dos castaños, partieron plaza, remataron en burladeros, se arrancaron al toque, repitieron, atacaron con brío los capotes, los petos, las muletas, acosaron los banderilleros, exigieron, ganaron la pelea, y murieron en su ley.¿Qué otra cosa querían? ¿Qué obedecieran como bueyes de noria? ¿Qué no metieran miedo? ¿Qué se dejaran tocar las nalgas? Pues no, los Contreras de Don Fermín vinieron y se fueron dignos, honrando su raza y su divisa. El público que a dos tercios ocupó la plaza lo comprendió plenamente y les rindió los debidos honores póstumos...
Por su lado, la terna colombiana desbordada, no pudo pararlos, templarlos, mandarlos, ligarlos ni cargarles la suerte. También eso lo comprendió la afición y se lo hizo saber. Paradójicamente un torero caleño: Diego González, quien hace un año había indultado aquí un bravo del mismo hierro, contemplaba sin contrato la batalla desde lejos.