Magaly Zapata desde Cajamarca
Se cumplió hoy la primera de San Miguel de Pallaques en Cajamarca, con sol y con intermitencias de lluvia, en la que se lidió un encierro de San Pedro al que se le cortaron cuatro orejas, toros bien presentados destacando el sexto, bonito y bueno, y el segundo, noble y con son aunque con fuerzas justas. El lote menos propicio para el lucimiento lo tuvo el salmantino Javier Castaño que cortó oreja del cuarto. Otra se llevó César Bazán "El Yeta" del sexto y perdió acaso otra del tercero, en tanto que Antonio Nazaré obtuvo una en cada uno de su lote abriendo la puerta grande.
Castaño meció con gusto su capote por verónicas ante el que abrió tarde que tuvo movilidad y clase por abajo tras varas se refugió en tablas. Ahí Javier trasteó exprimiendo lo posible. Palmas.
El segundo tuvo fuerzas justas pero si la voluntad de entrar en muleta al paso, andando, y fue así que lo entendió Antonio Nazaré. Desde las mecidas verónicas hasta las manoletinas al cierre lo llevó con suavidad y temple para sostenerlo a media altura. Se gustó y nos hizo disfrutar de muletazos cadenciosos, dos al natural especialmente. Espada arriba y oreja.
El Yeta tuvo en el tercero uno que apretaba hacia adentro y que no quiso ir en largo. Lo aprovechó pero más conectó cuando acortó distancias se perfiló con decisión dos veces pero el toro parado no ayudó. Descabellos. Palmas.
El cuarto fue un colorado de bonitas hechuras que galopó en el capote trasmitió de ahí que el saludo fuera importante. Una buena vara de Rafael López y en muleta se vino a menos y condicionó la faena. Sin embargo el oficio de Castaño lo obligó y embistió mejor por el izquierdo dibujando muletazos con temple. Se abrigó en tablas y acortó distancias. Espada arriba y oreja al esfuerzo.
Nazaré redondeó su tarde con el quinto, un sanpedrino que exigió desde el capote, bregó por abajo y en muleta era para bajar la mano y ahí no protestaba pero tambien de corta distancia. Lo hizo, y ligó, apostando, quieto para ligar en un palmo. Espada arriba. Y otra oreja y también la puerta grande.
En el cierra plaza, un dije de bonito, bajo y bragado, el que mejor embistió de la tarde,El Yeta lo recibió con una larga cambiada que enganchó con verónicas. En muleta más cómodo estuvo por derecha y dejo lucir la embestida noble y buena, y larga. Con la zurda, que tuvo menos recorrido, no hubo historia. Pincha arriba y entera. Oreja.
Concluyó una tarde que se vino a más en un coso que da gusto transitar en su callejón muy bien cuidado, y muy cómodo en los amplios tendidos. Fue mi primera vez aquí y me confirma una vez más, y me emociona, el esfuerzo que los pueblos de mi Perú taurino ponen para celebrar sus fiestas patronales, cómo ésta en honor a su patrón San Miguel Arcángel, por todo lo alto y con los toros como atractivo imprescindible. Emoción que tambien sentí al conocer la que fuera casa natal del mejor político de izquierda que ha tenido este país, don Alfonso Barrantes Lingán, quien fuera además un gran aficionado a los toros.