lunes, 22 de febrero de 2016

Hermoso corta su 4o rabo en La México, con Ponce a hombros que corta una

@magalyzapata

En el cierre de la Temporada Grande de La México se abrochó históricamente con el 4o rabo cortado por el navarro Pablo Hermoso de Mendoza en tarde de 8 toros, entre los de a pie, Ponce y Fermín Rivera cortaron una oreja, sin embargo Ponce fue llevado a hombros junto con el rejoneador en mérito a tres faenas magistrales malogradas con la espada; y El Payo se fue a la enfermería tras la lidia de su primero al encontrarse incapacitado para continuar por un malestar gástrico que le hizo incluso vomitar sangre en el ruedo. El ganado estuvo justo de casta, destcando el de Payo.

FECHA. 21 de febrero de 2016. Plaza de toros Monumental México en MEXICO D.F. (ESTADO DE MEXICO). ENTRADA: Casi lleno. Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas y rabo); Enrique Ponce (silencio tras aviso, vuelta y oreja en el que lidió por “El Payo”); Fermín Rivera (oreja y silencio); y Octavio García “El Payo” (silencio en el único que lidió. GANADERIA: Toros de Los Encinos (1 y 5) y Teófilo Gómez (2, 3, 4, 6, 7 y 8).



 
La México 21 feb 2016 por burladero_es



CABALLOS UTILIZADOS
Primer toro de la Ganadería de Los Encinos, número 19, 522 Kg, de nombre Zapote: De salida GENTO (2 rejones de castigo); en banderillas DISPARATE (2 banderillas) e ICARO (2 banderillas); y para el último tercio PIRTA (tres cortas y dos rejones de muerte y pinchazo).

Segundo toro de la Ganadería de Los Encinas, número 54, 504 Kg, de nombre Tejocote: De salida MANIZALES (1 rejón de castigo); en banderillas BERLIN (2 banderillas) y DALI (2 banderillas); y para el último tercio PIRATA (tres cortas, un par a dos manos y un rejón de muerte).

OTROS CABALLOS DESPLAZADOS: BARRABAS, DUENDE y BELUGA.

COMENTARIO: El compromiso de Pablo Hermoso de Mendoza con la plaza de toros México, la más grande del mundo es total y lo mismo sucede al contrario, porque una vez más el público acabó con todo el boletaje del numerado y tuvo una muy buena entrada en general. Podemos considerar un lleno a pesar que quedaran algunas localidades de sol general que no se vendieron y desde luego que los que acudieron pudieron dar por bien pagado el boleto porque pudieron comprobar como tras una faena llena de despaciosidad y armonía, el de Estella cortaba el cuarto rabo de su carrera en esta plaza Monumental.

En este idilio, existe una circunstancia que los últimos años echan por tierra el espectáculo y son los toros y el polvo que se levanta. En esta ocasión y con el toro de inicio, ya comenzaron esos malos augurios por que el que abrió plaza fue un manso al que se le vio embestir a ráfagas y cuando lo hacía, era el polvo de la plaza el que escondía por completo a caballo y toro. Dejó muy claras sus intenciones el astado nada más pisar la arena porque se fue a tablas y no prestaba ninguna atención a GENTO. De hecho el caballo pasó totalmente inadvertido y no pudo demostrar nada de lo que lleva dentro y que lo llevó esta tarde a hacer su debut en la plaza más importante de la república. Sorprendió que Pablo diera entrada a DISPARATE, pero luego entendimos que si con este toro quería dar algo de espectáculo, tenía que ser a lomos de él. Y así fue, aunque a ráfagas, pero DISPARATE dejó esas muestras de calidad y obligó al astado a galopar detrás de su cola, lo metió ahí y lo llevó toreado, algo que parecía imposible. No eran excesivas secuencias, pero servían para sacar al público de un letargo al que el toro les apocaba. Banderillas y toreó con el pecho, todo ello al sesgo, en los terrenos que al toro le gustaban. Sería otro seguro de vida como ICARO quien cerró el tercio y sacó toda su garra y torería para obligar al toro a embestir. Metiéndose en los mismos terrenos del toro obligaba a este a embestir y con el propio cuerpo le tapaba la salida en sus huidas hacia tablas. Fueron los momentos más intensos de una lidia, en la que los caballos lucían todo su potencial, pero en los que al conjunto le faltaba la emoción del toro. Y así continuó la lidia con PIRATA y una rueda de cortas, donde el caballo lucía en la suerte, pero todo sin sazón, incluso el teléfono que arrancó un sonoro olé.

Pero afortunadamente llegó el quinto y salió de chiqueros Tejocote, un gran toro de Los Encinos que ya dejó buenos augurios en cuanto piso el albero y se enroscó en la cola de una MANIZALES, tranquila, templada, parando con circulares en el mismo centro del ruedo los primeros galopes del toro. Los olés ya arreciaban mientras yegua y toro desparecían por momentos entre la nube de polvo. Breve pero intensa la actuación de MANIZALES que dejó al toro con un solo rejón de castigo, pero muy templado y suavizado. Entonces fue el turno de BERLIN, y de comenzar una labor bandilleril templada y en la que no cabían brusquedades ni golpes de efecto. Todo toreo despacioso, dando al toro el sitio que tenía y los terrenos que gustaba. BERLIN se las apañaba para salir de cualquiera de ellos con buena nota. Templó de costado, llevo pegado a la cola al toro y se metió por los adentros en una zona tan ajustada que ni cabía y a pesar de ciertos, el caballo salió airoso. Elevo a los altares la hermosina de su hermano DISPARATE y en esta ocasión la agarró prestada dándole un aire más germánico a la suerte. Varios olés jalonaron el andar de BERLIN por el ruedo y rompían ese silencio que el público y la “no” música marcan en la plaza de Insurgentes. Pero ese silencio lo rompió en varios instantes DALI y su chispeante labor, ahora con emoción que da el arrimismo, con la justeza que dan las piruetas, muchas en serie y todo ello después de llegar a la cara del astado, casi rozarle y salir con la suerte rematada. Valor y estética y sobre todo mucha transmisión con los tendidos en una faena que iba “in crescendo” caballo a caballo. La faena tenía que tener un buen broche, un broche mexicano y de carácter y PIRATA pareció entenderlo de maravillas y desde que salió se apoderó del escenario y del toro. Lo citó dejándose ver para las cortas, los preparó en suerte, pero sobre todo lo metió debajo del estellés en cada embroque, magnificando la suerte cuando fue a dos manos o cuando salió de esta última suerte libre de riendas con su jinete tocando la cabeza de Tejocote. Todo fue muy despacio, muy suave, con mucha cadencia y así había que matar al toro, se merecía una muerte rápida y un triunfo para el jinete, que también sería su triunfo. Rejonazo en todo lo alto y la locura que se desborda hasta pedir los máximos trofeos y ser paseados por Hermoso de Mendoza.