jueves, 19 de mayo de 2011
Madrid. Perera con dos pimientos... en el segundo bis. Saluda ovación
Un marrajo segundo bis, que no tuvo sino malas ideas, ganas de pegar la cornada y no paró hasta echarselo a los lomos, prendiendolo de la pierna derecha con la suerte que no caló las carnes sino el punto, la tela, la taleguilla, destrozándola. Fueron momentos de infarto, de pensar que le podía haber inferido una gravísima herida, que no fue gracias a Dios. Porfió en todo momento por robar muletazos. Con las dos puertas grandes anteriores, no hay duda que vino a cara o cruz. Así se vió.