Poca historia en los primeros tercios, deslucido, sin entregarse el Cuvillo. Con la muleta la primera tanda fue con suavidad y mucho temple, con tiento. Otra tanda mejor por derecha y el de pecho una escultura en redondo. La que siguio tuvo un cambio de mano a izquierda que tuvo continuación del muletazo, eterno y templado. Inspirado, de recurso una trincherilla alta para recomponer el espacio y el tiempo, dandole las tablas se entrega más y en largo, los derechazos muy largos. Se frena en el viaje cuando intenta por naturales, la plaza en silencio, traga dos y se cansa, una pena.
Este tuvo menos fondo de casta que el de Juli, sin duda. Y lo prendió al insistirle que pase cuando no quería hacerlo. Volvió a la cara a seguir por redondos. Y como si no fuera nada, o como si el toro lo mereciera, lo despacha con un estoconazo recibiendo y en los medios. Vale un cartel sólo eso. Petición con fuerza de dos... y se las dan.
Me pregunto: y a El Juli ¿por qué una????? Cosas de Madrid.