Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Sábado 5 de junio. Lleno. Toros de Torrealta, 1º orientado. 2º de nombre Chicharrito, noble y bravo en la muleta, fue indultado. 3º rajado. 4º, deslucido. 5º mirón. 6º manejable aunque bajo de raza. Morante de la Puebla, saludos y oreja. José María Manzanares, dos orejas y rabo tras aviso y oreja.Cayetano, palmas y oreja.
BURLADERO. Chicharrito, número 2, de 509 kilos de peso y nacido en noviembre de 2005, desarrolló nobleza en el último tercio. Como curiosidad, se trata de un hijo de la misma ganadería , Carpintero, que fue indultado en esta misma plaza. Aunque evidenció poca fuerza en los primeros tercios, la buena lidia de Curro Javier ayudó al toro a que fuera a más. Manzanares anduvo exquisito con la muleta, gustándose y disfrutando en el toreo fundamental y en el accesorio. Hubo muletazos templados, llenos de gusto, estéticos y de buena compostura, bajando la mano. Cuando se fue a por la espada, comenzó la petición de indulto y finalmente el presidente, que se mostraba contrario al indulto, terminó por perdonarle la vida de forma algo generosa. Si noble resultó ese animal, el segundo del lote de Manzanares tuvo los defectos de desparramar la mirada y pensarse mucho cada embestida. Aquí se vio a otro torero, acorde a lo que pedía el toro, enfibrado y enrazado. Oreja justa a base de aguantar y tragar.
