Torrejón de Ardoz (España). Juan del Álamo ha cortado cuatro orejas y ha salido en hombros con Alberto López Simón, que paseó dos, en la triunfal novillada que ha cerrado la feria de Torrejón de Ardoz, en la que se ha dado la vuelta al ruedo a dos novillos de Antonio San Román. El novillero sin caballos, Javier de Miguel mostró ganas y poco bagaje ante una plaza que volvió a registrar una muy buena entrada.
Del Álamo ha vuelto a dar otra exhibición de recursos esta tarde. Abrió plaza con un ejemplar de Antonio San Román premiado con la vuelta al ruedo ante el que dio muestras de su inteligencia y de su sitio en una labor en la que consiguió mandar y templar las embestidas de su oponente, con mucho motor y nobleza, consiguiendo meterlo en el canasto para cerrar su labor con unos pases de trinchera de gran efecto entre los tendidos.
También desorejó al cuarto, abanto de salida y que se marchó a tablas nada comenzar la faena. A pesar de ello, el salmantino se lo sacó a los medios y allí cimentó la faena, mostrando facilidad técnica y exprimiendo las buenas embestidas del animal. El punto más alto de la faena llegó por el pitón derecho, el mejor del de San Román, por donde pudo extraer muletazos largos y profundos. Aunque por el izquierdo el animal se desplazaba menos y con peor clase, también se puso el salmantino y logró sacar dos tandas de naturales meritorias. Una estocada entera fue el remate a una labor en la que volvió a mostrar estar preparado para tomar la alternativa.
Alberto López Simón se estiró a la verónica en el quinto y tras brindar al público recibió de manera espectacular al novillo en los medios de rodillas. Se acopló desde el principio por el pitón izquierdo, el de mejor calidad del novilo, que derrochó movilidad y transmisión. López Simón estuvo asentado y muleteó con mucho gusto, toreando a placer al buen animal. Tras la estocada, el novillero paseó las dos orejas y el utrero, al igual que su primer hermano, recibió el premio de la vuelta al ruedo.
Anteriormente anduvo entregado pero sin brillo con el segundo, ejemplar con movilidad. Lo mejor de su actuación llegó en el recibo capotero, en el que pudo estirarse por verónicas. Con la muleta, la faena no llegó a tomar vuelo a pesar de la plena disposición del joven espada.
El novillero sin caballos Javier de Miguel demostró tanto sus ganas como su falta de bagaje con los dos erales que lidió desde que se fue a porta gayola en su primero. Apoyado por el público, el local lo intentó sin fortuna. Su labor ante el que cerraba plaza se desarrolló en parecidos parámetros, siendo la ambición la mejor de las cartas que mostró hoy en el coso madrileño.
Plaza de toros de Torrejón de Ardoz. Con tres cuartos de plaza se ha lidiado cuatro novillos y dos erales de Antonio San Román, primero y cuarto, premiados con la vuelta al ruedo. Juan del Álamo, dos orejas y dos orejas; Alberto López Simón, silencio y dos orejas y el novillero sin caballos Javier de Miguel, palmas y silencio.
Del Álamo ha vuelto a dar otra exhibición de recursos esta tarde. Abrió plaza con un ejemplar de Antonio San Román premiado con la vuelta al ruedo ante el que dio muestras de su inteligencia y de su sitio en una labor en la que consiguió mandar y templar las embestidas de su oponente, con mucho motor y nobleza, consiguiendo meterlo en el canasto para cerrar su labor con unos pases de trinchera de gran efecto entre los tendidos.
También desorejó al cuarto, abanto de salida y que se marchó a tablas nada comenzar la faena. A pesar de ello, el salmantino se lo sacó a los medios y allí cimentó la faena, mostrando facilidad técnica y exprimiendo las buenas embestidas del animal. El punto más alto de la faena llegó por el pitón derecho, el mejor del de San Román, por donde pudo extraer muletazos largos y profundos. Aunque por el izquierdo el animal se desplazaba menos y con peor clase, también se puso el salmantino y logró sacar dos tandas de naturales meritorias. Una estocada entera fue el remate a una labor en la que volvió a mostrar estar preparado para tomar la alternativa.
Alberto López Simón se estiró a la verónica en el quinto y tras brindar al público recibió de manera espectacular al novillo en los medios de rodillas. Se acopló desde el principio por el pitón izquierdo, el de mejor calidad del novilo, que derrochó movilidad y transmisión. López Simón estuvo asentado y muleteó con mucho gusto, toreando a placer al buen animal. Tras la estocada, el novillero paseó las dos orejas y el utrero, al igual que su primer hermano, recibió el premio de la vuelta al ruedo.
Anteriormente anduvo entregado pero sin brillo con el segundo, ejemplar con movilidad. Lo mejor de su actuación llegó en el recibo capotero, en el que pudo estirarse por verónicas. Con la muleta, la faena no llegó a tomar vuelo a pesar de la plena disposición del joven espada.
El novillero sin caballos Javier de Miguel demostró tanto sus ganas como su falta de bagaje con los dos erales que lidió desde que se fue a porta gayola en su primero. Apoyado por el público, el local lo intentó sin fortuna. Su labor ante el que cerraba plaza se desarrolló en parecidos parámetros, siendo la ambición la mejor de las cartas que mostró hoy en el coso madrileño.
Plaza de toros de Torrejón de Ardoz. Con tres cuartos de plaza se ha lidiado cuatro novillos y dos erales de Antonio San Román, primero y cuarto, premiados con la vuelta al ruedo. Juan del Álamo, dos orejas y dos orejas; Alberto López Simón, silencio y dos orejas y el novillero sin caballos Javier de Miguel, palmas y silencio.