Diego Silveti ha demostrado su valía en el día de su reaparición. El novillero mexicano supo aprovechar la poca fuerza de sus novillos toreándolos con el temple preciso y emocionado a la afición barcelonesa con ajustadas gaoneras y estatuarios, pero falló con los aceros y esto le privó de un mayor triunfo.
Diego Silveti recibió con verónicas de mucho gusto a su primero y le hizo un emocionante quite por gaoneras, quedándose muy quieto. Inició la faena por estatuarios con los que logró conectar con el tendido. Siguió con tandas de derechazos profundos y naturales templados. La música comenzó a sonar. Mato de media en buen sitio, pero precisó de tres descabellos. El toro tardo en echarse y se el público se enfrió. Fuerte ovación.
A su segundo un toro de gran nobleza, el mexicano lo recibió con despaciosas verónicas y le hizo un quite por saltilleras muy ceñido. Ya con la muleta en la mano derecha desarrolló un toreo de calidad. Los naturales fueron lentos y acompañados por la música, que solo se oyó en sus dos toros. Cerró con bernardinas para matar de pinchazo y estocada. El toro vuelve a tardar en caer y pierde la oreja. Recibió una fuerte ovación.
Ficha: Monumental de Barcelona, domingo 27 de junio. 6ª de la Feria del Mediterráneo. Novillos de Yerbabuena desiguales de presentación, nobles pero justos de fuerza. Un tercio de plaza. Thomas Duffau, de caña y oro: ovación y vuelta. Juan del Álamo, de nazareno y oro: oreja y silencio. Diego Silveti, de celeste y oro: ovación tras aviso y ovación tras aviso.
Diego Silveti recibió con verónicas de mucho gusto a su primero y le hizo un emocionante quite por gaoneras, quedándose muy quieto. Inició la faena por estatuarios con los que logró conectar con el tendido. Siguió con tandas de derechazos profundos y naturales templados. La música comenzó a sonar. Mato de media en buen sitio, pero precisó de tres descabellos. El toro tardo en echarse y se el público se enfrió. Fuerte ovación.
A su segundo un toro de gran nobleza, el mexicano lo recibió con despaciosas verónicas y le hizo un quite por saltilleras muy ceñido. Ya con la muleta en la mano derecha desarrolló un toreo de calidad. Los naturales fueron lentos y acompañados por la música, que solo se oyó en sus dos toros. Cerró con bernardinas para matar de pinchazo y estocada. El toro vuelve a tardar en caer y pierde la oreja. Recibió una fuerte ovación.
Ficha: Monumental de Barcelona, domingo 27 de junio. 6ª de la Feria del Mediterráneo. Novillos de Yerbabuena desiguales de presentación, nobles pero justos de fuerza. Un tercio de plaza. Thomas Duffau, de caña y oro: ovación y vuelta. Juan del Álamo, de nazareno y oro: oreja y silencio. Diego Silveti, de celeste y oro: ovación tras aviso y ovación tras aviso.