Badajoz, 23 de junio de 2010. Toros de Daniel Ruiz, de buen juego en general, al quinto se le dio la vuelta al ruedo. EL JULI: Oreja y dos orejas; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Palmas y dos orejas; ALEJANDRO TALAVANTE: Oreja y saludos tras fuerte petición. Entrada: Dos tercios.
APLAUSOS. La tarde tuvo muchos puntos de interés. El Juli el primer trofeo se lo cortó al castaño que hizo primero, un noble ejemplar, un punto venido a menos, al que recetó un sensacional quite por chicuelinas, cuidó durante toda la lidia y toreó después con firmeza, mando y poderío por los dos pitones. Mató de estocada trasera y obtuvo el citado apéndice. Con el cuarto, un animal por el que nadie daba un duro y que se dio una fuerte voltereta en el prólogo muleteril, volvió a armar el taco en una labor en la que brillaron, especialmente por el pitón derecho, la templanza y seguridad de un diestro que atraviesa un momento cumbre. El toro sacó un bravo fondo de nobleza y permitió a Julián pasear, tras pinchazo y estocada, las dos orejas del toro.El segundo integrante del cartel, Miguel Ángel Perera, pasó de puntillas con el segundo, un toro cuya escasa fortaleza le impidió el lucimiento, pero se desquitó en el quinto, con el que salió a revientacalderas y al que recibió de hinojos con el capote instrumentando varias largas cambiadas, afarolados, verónicas... para después quitar por saltilleras, gaoneras... todo un repertorio electrizante que puso a la plaza en pie. Dejó al toro crudo en el caballo y el de Daniel Ruiz llegó con prontitud, clase y recorrido a la muleta del extremeño, que lo cuajó a placer por ambos pitones. Quiso forzar Perera el indulto del toro, pero varios amagos de rajarse del ejemplar hicieron al presidente desestimar esa opción. Pinchazo, estocada entera, dos orejas para el torero y vuelta al ruedo para el torero.
COPE. El Juli paseó la primera oreja en el toro que abrió festejo, un animal flojo al que el torero madrileño cuajó una faena técnica y de gran concepto, muy por encima de las condiciones de su oponente... Pero la sapiencia de El Juli afloró en el cuarto, un animal que pese a una fuerte voltereta se rehízo y embistió de forma codiciosa. Julián fue haciendo al toro poco a poco, bajando en cada seria un poco más la mano y dejando remates de mucho sabor. Pese a un pinchazo antes de agarrar la estocada, paseó el doble trofeo. Perera, que había aburrido en su primero por un trasteo de largo metraje con un toro de escasas prestaciones, respondió a El Juli en el quinto, un buen toro al que se llegó a pedir el indulto. El de Puebla de Prior dejó crudito al toro en varas para después realizar un trasteo basado en el pitón derecho por donde hubo largura en los muletazos. Al natural bajó el nivel de la faena que se recuperó con un final por circulares y pases invertidos.