Veo tanto reportaje hoy sobre el pollo a la brasa que es tan emblemático de la culinaria nacional que hasta día tiene, que sin dejar de reconocer que es riquisimo, me pregunto:
Qué diferencia hay entre el que ingiere con fruición un pollito criado abusivamente por engordarlo bb para que en pocos días sea sacrificado para nuestro disfrute, caliente y sudoroso, grasoso, cuerpo muerto que nos encanta; CON EL QUE se sienta a ver una corrida de toros, animal que vive 4 años no meses, a cuerpo de rey e incluso puede salvar su vida, cuya carne también se consume, pues se pone a la venta después de muerto, siendo considerada como "ecológica" porque el toro es alimentado de forma natural sin quimicos ni aditivos para acelerarle el crecimiento ni su engrosamiento.
Oigo con no poca sorpresa que en el Perú se ingieren, osea, nos comemos alrededor de 100 millones de pollitos al mes (otros dicen 44), es decir que esos 100 millones mueren para satisfacer nuestro exquisito paladar gourmet peruano... contra ¿dos mil? toros o novillos que entran cada temporada, osea cada año, a una plaza de toros en el Perú.
Cuál es la diferencia entonces entre los que se comen pollos a la brasa y los que gustan de las corridas de toros... por lo que se ve ambos lo hacen por fruición, por disfrutar o hacer disfrutar a su paladar o a su espíritu, según sea el caso.
Que razón tiene Vargas Llosa cuando escribió: si se trata de poner un punto final a la violencia que los seres humanos infringen al mundo animal para alimentarse, vestirse, divertirse y gozar, ideal perfectamente legítimo, sin duda sano y generoso, ofrece tremebundas consecuencias, habrá que hacerlo de manera definitiva e integral, sin excepciones...
O parafraseando al "sabio" Calamaro: si me aseguran que ese pollito bb murió de risa... A ver si nos dejamos de hipocresías.
DATO: El pollo a la brasa es un ícono cultural peruano. El Instituto Nacional de Cultura del Perú, mediante resolución directoral, reconoció al pollo a la brasa como «Patrimonio Cultural de la Nación» Y los toros POR QUÉ NO????
Qué diferencia hay entre el que ingiere con fruición un pollito criado abusivamente por engordarlo bb para que en pocos días sea sacrificado para nuestro disfrute, caliente y sudoroso, grasoso, cuerpo muerto que nos encanta; CON EL QUE se sienta a ver una corrida de toros, animal que vive 4 años no meses, a cuerpo de rey e incluso puede salvar su vida, cuya carne también se consume, pues se pone a la venta después de muerto, siendo considerada como "ecológica" porque el toro es alimentado de forma natural sin quimicos ni aditivos para acelerarle el crecimiento ni su engrosamiento.
Oigo con no poca sorpresa que en el Perú se ingieren, osea, nos comemos alrededor de 100 millones de pollitos al mes (otros dicen 44), es decir que esos 100 millones mueren para satisfacer nuestro exquisito paladar gourmet peruano... contra ¿dos mil? toros o novillos que entran cada temporada, osea cada año, a una plaza de toros en el Perú.
Cuál es la diferencia entonces entre los que se comen pollos a la brasa y los que gustan de las corridas de toros... por lo que se ve ambos lo hacen por fruición, por disfrutar o hacer disfrutar a su paladar o a su espíritu, según sea el caso.
Que razón tiene Vargas Llosa cuando escribió: si se trata de poner un punto final a la violencia que los seres humanos infringen al mundo animal para alimentarse, vestirse, divertirse y gozar, ideal perfectamente legítimo, sin duda sano y generoso, ofrece tremebundas consecuencias, habrá que hacerlo de manera definitiva e integral, sin excepciones...
O parafraseando al "sabio" Calamaro: si me aseguran que ese pollito bb murió de risa... A ver si nos dejamos de hipocresías.
DATO: El pollo a la brasa es un ícono cultural peruano. El Instituto Nacional de Cultura del Perú, mediante resolución directoral, reconoció al pollo a la brasa como «Patrimonio Cultural de la Nación» Y los toros POR QUÉ NO????