viernes, 9 de abril de 2010

Toreros entre ordenadores: El Juli

Por Pedro Abad-Schuster

Es extraño ver a los diestros fuera de su entorno natural. Vienen hasta la avenida de San Luis, en Madrid, para hacer un chat en El Mundo. Curro Romero abrió el cartel esta temporada; el Faraón se marchó aliviado, como si la mañana madrileña fuera una de esas tardes sevillanas en que cuajaba una tanda de verónicas y un par de remates con arte. La papeleta de Espartaco fue más sencilla, estuvo muy entretenido con las preguntas de los lectores. Y ahora El Juli, acompañado por un relajado Roberto Domínguez, su apoderado. Sus respuestas a continuación:

Ha habido una reacción positiva contra los abolicionistas en cuanto a unión. El mundo del toro se está movilizando frente a los ataques. La unión hace la fuerza. Cuanto más unidos, mejor nos va a ir. Creo que es lógico y normal que haya taurinos y antitaurinos. La clave está en la información de lo que es el mundo del toro y el respeto hacia la gente que le gusta. Estoy de acuerdo en que hay cosas mucho más importantes en el mundo por las que luchar y atacar que abolir la fiesta de los toros. Hay mucha hipocresía en torno a esto. El mundo del toro supone muchos puestos de trabajo en España.

Sobre la TV, cada uno tiene una posición ante la televisión en la Fiesta. Yo respeto la de todos los demás y tengo la mía. Cada torero defiende su situación y cada uno tiene su lugar en el toreo. Es lógico. Creo que las retransmisiones de festejos de categoría son positivas en el momento en que estamos y creo que no es una cuestión de pasar por el aro sino de fomentar el mundo del toro frente a la gente que no va a la plaza. Respecto del toreo en México, fundamentalmente, la diferencia es el toro. El toro tiene menos peso y más movimiento, más duración. Eso te permite torear más sentido y abandonarse más.

En cuanto a mí, he bebido de todas las fuentes del toreo. Creo que el toreo es muy complejo y muy grande. Todos los toreros que componen el mundo del toro son capaces de aportar algo a tu toreo. La clave está en llevarlo a tu personalidad. Sobre si el dinero es un aliciente, creo que el dinero no justifica el vestirse de torero. El torero es una vocación que se compone de una ambición profesional y económica también. Pero la prueba es que hay muchos toreros que no teniendo necesidad económica se juegan la vida tarde tras tarde.

En relación al miedo, el miedo siempre existe. Se batalla en cierto modo con mucha mentalización, entrenamiento, ilusión, motivación por tu profesión, muchas cosas, pero al final el miedo siempre está presente. Sobre Nimes, ha sido una de las plazas donde he dado los pasos más importantes en mi carrera, como tomar la alternativa y celebrar allí mis diez años de matador de toros. Además, a Francia le tengo un agradecimiento especial por su lealtad y entrega a mi toreo todos estos años. Sobre cambios en las corridas, creo mucho en la Fiesta tal y como está. La mejora estaría, para mi gusto, en la calidad del espectáculo. Menos cantidad y más calidad respecto a todo. Sobre las cornadas, las sensaciones son duras, pero también dan mucha fuerza y te involucran más si cabe en tu profesión. Es una de las grandes partes del toreo y una de las grandes pruebas.

Sobre Las Ventas, creo que es la plaza más dura del mundo, pero esa dureza es la que hace que cuando triunfas allí sea la que más disfrutes. A mí me encanta torear en Madrid, aunque he sufrido mucho. Pero soy de Madrid y es la plaza más importante del mundo. Sobre un eventual cartel Ponce, Tomás y Juli, por supuesto que es posible. Lo que pasa es que para las empresas es complicado reunir en el mismo cartel a los tres porque prefieren abrirnos y que cada uno sea base de una corrida. Sobre los toros que toreo, las mejores faenas de mi vida las he hecho con las ganaderías que mato y también me gusta el encaste de Santa Coloma. Maté la Quinta en Bilbao y Mont Marsant y Ana Romero en Bayona. La Quinta este año en Madrid también.

Sobre la competencia en el ruedo, en el mundo del toro he tenido la suerte de conocer a grandes personas, que son compañeros y a la vez rivales. Creo que una cosa no quita a la otra. Cuando uno está delante del toro quiere ser el mejor, pero el triunfo de un torero no es el fracaso de otro sino su propio triunfo. Sobre los toreros mediáticos, todo el que se pone delante de un toro merece mi respeto, pero creo que el interés del público por un torero debe ser en base a su toreo. Sobre los reconocimientos, me siento reconocido por mis compañeros y eso es lo más grande que puede tener un torero. La medalla de las Bellas Artes creo que se debe dar al final de una trayectoria y para mí lo importante es el reconocimiento de los profesionales. Sobre la capacidad de sacrificio, lo más duro ha sido perder parte de mi infancia, pero conseguir lo que tengo del mundo del toro me lo ha compensado todo.

(Fuente: elmundo.es)