Uno de sus apoderados, Santiago Ellauri, confirma la positiva aunque lenta recuperación de las fracturas de costillas del torero de Salteras. Si todo va bien comenzará a entrenarse en el campo la próxima semana, tras un largo período de inactividad desde que fuera corneado el 10 de septiembre en Navalcarnero. La reaparición de luces de El Cid será el 22 de noviembre en Lima (Perú), junto a El Juli y Miguel Angel Perera. Manuel de Jesús El Cid cortó la temporada definitivamente en España el pasado viernes 25 de septiembre, un día antes de la corrida que tenía prevista torear en el inicio del ciclo de San Miguel con Morante y Castella– la fecha para la reaparición del matador de toros del Aljarafe nos lleva ya a Sudamérica, cumpliendo con su primer compromiso previsto en su agenda americana.
De esta manera, su vuelta a los ruedos será concretamente el 22 de noviembre en la capital peruana de Lima, en una corrida en la que El Cid se anuncia con toros de Roberto Puga y La Ahumada junto a El Juli y a Miguel Ángel Perera, confirmado por el mismo Ellauri. El Cid cayó herido en Navalcarnero el pasado 10 de septiembre como consecuencia de una grave cogida de un toro de Murube.
El parte médico emitido por los doctores fue el siguiente: "Herida por asta de toro en tercio medio cara interna del muslo derecho que diseca músculos seccionando vasto interno con trayectoria ascendente de 25 centímetros llegando hasta el triángulo de scarpa, disecando sin lesionar vasos femorales. Y otro trayecto descendente de 10 centímetros hasta llegar a la altura del hunter. También presenta otra herida en cara anterior del hombro izquierdo paralela a la clavícula de unos 6 centímetros que afecta al tejido celular subcutáneo y aponeurosis. Sufre múltiples contusiones en miembros inferiores. El pronóstico es grave".
Días más tardes, como consecuencia de la voltereta, se le descubrió la fractura de dos costillas que le estaban ocasionando un fuerte dolor en los pulmones, donde ha llegado a filtrarse líquido, por lo que tuvo que ser operado de urgencia en una clínica madrileña, donde se recuperaba.
Fuente: Sevilla taurina. Por Carlos Moya.