El torero peruano cuajó un faenón al tercero y salió a hombros con Diego Silveti
Andrés Roca Rey volvía a León tras triunfar en la Corrida Guadalupana, y lo hizo con un buen quite por tafalleras al primero de su lote. Comienzo de faena de muleta en el tercio por alto y con gran emoción sacando el toro hacia los medios, para continuar toreando en redondo sobre la mano derecha con gran temple y profundidad.
Extraordinario el toreo de Roca Rey en el coso
de La Luz, con mano baja y largura, además de variedad y la frescura propia de su juventud. Relajado y desmayado siguió toreando el espada peruano al noble astado de Mimiahuapam para poner la plaza en pie tras manufacturar grandes series de muletazos. Final de faena toreando al natural sobre la mano derecha, ligándolo con una serie de luquesinas que fueron el broche de oro a su labor. Un espadazo puso la plaza en pie y a gritos de “torero, torero” paseó el doble trofeo.
Con gusto y cadencia jugó los brazos a la verónica Roca Rey para saludar al sexto de la tarde. Quite espectacular por saltilleras del torero peruano, sin mover un ápice de su cuerpo. Brindis al público desde el centro del ruedo para comenzar desde allí mismo con tres cambiados por la espalda. Muy templado Roca Rey ejecutando derechazos ante el astado de Mimiahuapam. Final en cercanías con el toro muy venido a menos, antes de rubricar la faena por estatuarios.
FICHA DEL FESTEJO. Plaza de Toros de La Luz (León, Guanajato). Toros de Mimiahuapam, bien presentados, el tercero premiado con la vuelta al ruedo.
Diego Urdiales: ovación con saludos en ambos.
Diego Silveti: silencio tras aviso y dos orejas.
Andrés Roca Rey: dos orejas y ovación.