martes, 15 de junio de 2010

Ejecutivo ATACA OTRA VEZ la Fiesta Nacional


¿esto que quiere decir? Que otra vez, el Poder Ejecutivo, es decir, el Gobierno, (antes fue via el Minstro de Educación Chang, ahora no lo se) arremete con una ofensiva de declarado sesgo antitaurino (lo confirmó Chang aquella vez) a la Fiesta Nacional, patimonio cultural inmaterial de la Nación.

Y ¿cómo? haciendo que el espectáculo se encarezca con el 19% del IGV, adicional al impuesto municipal al que ya está afecto. Impuesto que como es lógico será trasladado al consumidor final, al aficionado, al público que asiste a las plazas de toros, firmes o portátiles. Afectación que de confirmarse podría llegar a gravar el insumo más importante de la fiesta, el toro, incrementando más todavía un costo que en los últimos meses se ha visto más que duplicado en su precio, por la ley de "oferta-demanda", aunque tenga sus matices.

Y a quien perjudicará finalmente todo esto será al público asistente, si no es que también a los organizadores de los espectáculos que con gran entusiasmo unen esfuerzos para poder celebrar sus fiestas patronales con festejos taurinos y de pronto podrían verse desbordados por elevados costos y afectados con menor asistencia de público a las corridas por los elevados precios que estarán obligados a cobrar. Hablo de los cientos de corridas que se dan en la gran geografía taurina del Perú, no sólo de Acho. Que es lo que seguramente, el ministro Chang (Educación), la ministra Araóz (Economía) y el propio "Sipán" Quesquén, deben pensar: ¡que los pitucos paguen! cuando los realmente afectados serán los millones de peruanos que en las provincias del país tienen en los toros su espectáculo preferido y por y para ello, ahorran y se organizan todo el año.

DATO. Las exoneraciones vencen el 30 de junio, con lo cual de prosperar este proyecto de ley del Ejecutivo, las corridas que se den a partir del 1 de julio ESTARAN AFECTAS AL 19% DE IGV más el impuesto municipal correspondiente. Y posiblemente, el impuesto se extienda a la venta del ganado bravo. A ver quien se pone las pilas ¡ya!.