Juan Sebastián Roldán cortó la única oreja de la tarde
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Por delante fue el matador español Emilio Serna quien pechó con uno del mismo hierro indicado que resultó el más deslucido por complicado y sin posibilidades. Lo intentó sin éxito. Palmas.
Siguió en turno el peruano José Ignacio Bullard, conocido y reconocido aficionado práctico que tampoco tuvo material en el de Toto Chirinos que sorteó. Empezó incómodo y terminó descompuesto y revolviéndose, Bullard con recursos se lució. Saludó una ovación. Antes de iniciar su labor él, su señora Madre y sus hermanos recibieron el merecido homenaje a su Padre, don José Alfredo Bullard, quien fuera fundador y gran promotor de la ATA.
Tocó el turno del peruano José Alfredo Koechlin, con uno de El Olviar que empezó bien y por abajo en el capote y se lució en verónicas enjundiosas en los medios. Lamentablemente tras varas se rajó y complicó las cosas, JAK lo intentó y cuando le bajó la mano ligó y encendió a la gente. Pinchazo y media permitieron que saludara en el tercio.
El mexicano Carlos Allende vistió un vistoso traje de charro con el que se enjaretó en serie de verónicas a un Villa Graciela que se desplaza con ganas. Señalado llegó a la muleta y fue toreado con intermitencias, era exigente (o se quedaría algo crudo) y pedía llevarlo muy tapado para ligar, cuando lo conseguía surgía el toreo y el disfrute. También saludó.
A revienta calderas salió el peruano Raúl Aramburú, también de dinastía de toreros aficionados como Bullard, se hincó de rodillas muy cerrado en tablas y el novillo lo arrolló, rasgando el pantalón y propinándole fuerte golpe. Se levantó y siguió por verónicas muy jaleadas en los medios. En varas el novillo peleó abajo y en muleta no se cansó de embestir con son que aprovechó en toreo por ambas manos y variados el peruano. Pincha y deja una entera arriba y dio una aclamada vuelta al ruedo con sus hijos.
Otro Villa Graciela permitió el triunfo de oreja al ecuatoriano Juan Sebastián Roldán. Enterado y entregado en el capote, se lució por verónicas. También se empleó en varas el novillito y a la muleta llegó con clase, recorrido, nobleza, fijeza y repetición, cualidades que por momentos exigían más de su torero, incluso le pegó un revolcón, pero con sus recursos lo aprovechó en muletazos ligados por ambos lados que emocionaros al público y tras envasar el acero tocó pelo.
El turno de cierre fue para el peruano Enrique Sifuentes quien fiel a su estilo bullidor calentó más los tendidos que terminaron de pie su labor. Buen saludo capote y tras varas se puso de rodillas en tablas a torear y torear al ayacuchano que tuvo nobleza. No siempre acertado en la resolución pero con la gran afición que se le conoce suplió con sus recursos las carencias técnicas y emocionó. Tras la espada dio una aclamada vuelta al ruedo.
Enhorabuena a los organizadores por el esfuerzo que implica vivir su afición a la fiesta de manera práctica y plasmarla en festivales como el reseñado.
FICHA. Sábado 21 de noviembre 2015. Plaza de Toros de Acho, escaso público para ver el Festival de la Tradición organizado por la ATA. Se lidiaron utreros de Villa Graciela, buenos salvo el 1º, de 2º Toto Chirinos, complicado; y 3º El Olviar, rajado. Emilio Serna (Esp), palmas; José Ignacio Bullard (Per), saludos; José Alfredo Koechlin (Per), saludos; Carlos Allende (Mex), palmas; Raúl Aramburú, vuelta; Juan Sebastián Roldán (Ecu), oreja; Enrique Sifuentes (Per), vuelta.