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El miércoles 25 de noviembre, en una salón del Centro Español de Lima, y a plaza llena, el matador de toros, escritor y artista presentó su libro "Diario de Farionuba", recopilación de textos escritos y publicados en la red social Facebook desde enero del año 2013, incluyendo los muchos de comentarios que suscitan entre sus amigos y seguidores cada uno de ellos.
Creativa forma de enganchar en la cultural del libro la temporalidad de la vida que acoge una red social. Tuve el honor de ser parte de esa presentacion y aquí dejo mi palabra aquella noche.
Bitácora… arte y figura, Farionuba
Debo empezar por confesar la sorpresa al recibir el encargo del Fari de presentar al alimón con Manuel su libro “Diario de Farionuba”.
Difícil, cuando te planteas cierta elocuencia pero siendo irreverente lo que quiero es desgajar recuerdos y sensaciones, porque en algún momento pasé por esas líneas de su vivir limeño.
Y es así que vienen a mi mente momentos de ayer, cuando vi en Acho, por la reja de Sombra, un hombre delgado, de cabellos rubios, vestido de saco azul marino y gomina en el pelo.
Me pareció un torero. Y lo era. Jesús de Fariña me llamo, me dijo. Había llegado de España y tenía que ficharlo para la radio, eran los primeros días de radio… Nos contó sus inicios en el toro y que venía para buscar eso, torear.
Llegó y no demoró en conquistar Lima con su esencia, y encontró vida, toreo, amigos y familia.
Por circunstancias de la vida, se tuvo que reenganchar con ella y es en ese momento que empieza la historia de este libro.
Recuerdo que lo vimos nada más aterrizado, con el pelo muy cortito y los ojazos azules muy abiertos.
No debía fumar pero fumaba. Debía tomar sus pastillas y, en un cumpleaños infantil al que lo conminamos a ir, confesó que no lo hacía. Genio y figura.
Aquel fue un reencuentro feliz, ya no con el torero sino con el hombre, con el amigo que volvía a Lima a reencontrar su vida porque también volvió a sus afanes en el toreo y a su trabajo.
Leyendo encuentro que Arancivia comentó en ese tiempo: “El viernes vi a Fariña, sonriente y con salero, está recuperado el de Huelva, para pasear por las calles limeñas”. Y así fue, y así es.
Porque Fari, eres todo un personaje. Sensible, carismático, alegre, sincero, cálido, hecho de verdad, como concibes tú el toreo.
El que da el pecho y se enrosca la vida por la cintura, el que embarca la embestida en cada trance pero con quejío y con arte. Trances que te han llevado a vivir, digerir, reflexionar y plasmar a través de la electronalidad que hoy vivimos, tus emociones, esos pensamientos en conmoción que llamó Bergamín, cuando quintaesenciaba las verónicas de Paula en su secreta y callada música del toreo. Arte y figura.
Tu diario plasma tu vivir cuando te pones el mundo por montera. Soy torero, dices, y mi Diario recoge el ir y venir físico, cultural y espiritual de un torero que ama, ríe, llora, siente y sueña entre dos continentes.
Del 16 de enero del 2013 al 14 de noviembre último. Más de dos años años vividos y plasmados en este libro, cuando cogiste ese segundo aire de vida, mismo que el toro saca desde su fondo de buena casta para ganar la vida. Vida que tú ya ganaste Fari, te la ganaste pasito a pase.
En algún momento te escribí: Lujo sentir la vida a tu aire... amigo.
Y ahora toca darte las gracias, me atrevo a ser voz de los que allí aparecemos, por salvarnos del anonimato y la temporalidad de una red social para ilustrarnos en la escribalidad cultural de tu vida.