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lunes, 16 de noviembre de 2015

La México sintió a Urdiales, faenón en su presentación; Armillita cortó oreja

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Ya lo dijo José Alfredo Jiménez: "No hay que llegar primero; Hay que saber llegar."

A sus 40 años de edad Diego Urdiales está viviendo el mejor momento de su carrera, el del 2015. Y la conquista reciente de Bilbao la ha traído para confirmar, en simbólica ceremonia la alternativa y el exquisito poder de su muleta. Ante esa muestra, Fermín Rivera ha sacado de su interior la casta, antes desconocida, para cortar la única oreja. Esta cuarta corrida de temporada 70 Años La México será recordada por un sonorámico eco, "Diego, Diego." Fermín Espinosa "Armillita IV", frente a estos sellos, le ha quedado grande el compromiso; el rejoneador Alejandro Zendejas tuvo una tarde decorosa. Bravo, el de Don Fernando de la Mora, para rejones, y del encierro ordinario, el primero dio la nota alta de calidad hierro Bernaldo de Quiros.

Su palabra fue Ley. Al abrirse de capa fue tal el impacto de su tercera Verónica que ese vibrante Olé se quedó en La México como repercusión a lo largo del festejo. Nó sé porque los toreros que caminan con las puntas hacia adentro traen la profundidad consigo. ¿Será una comunión de pies a cabeza? Diego es de esos. Tan serio como su rostro, pero su toreo es de tal expresión que irradia gusto, poder y belleza. En tres tandas por derecha ya tenía al público en un puño, pero al ligar ese sexto y séptimo Natural lo poseía apretado y este sin dejarse soltar, mucho menos escapar. Y es que paulatinamente iba saboreando la calidad del toro de confirmación. Trazo profundo en sólo un palmo de terreno. Los Cambios de mano y el cierre de faena en Trincherillas y Firmas inundaban hasta el cemento de la plaza vuelto loca por lo que habían saboreado. Vamos, ni el medio espadazo caído y los tres golpes de descabello destiñeron lo visto. En esa vuelta al ruedo ha aparecido el tinte de triunfo.

Y pese a la mala dirección y actuación de su peón, Alva, Diego fue capaz de desengañar al cuarto ordinario y no obstante el rajarse al final hubo una serie redonda en cuatro Derechazos y aquella de seis por izquierda reinante de quietud ante un toro de escasa fuerza. Ahora, se ha recreado en mando hasta llegar al título de la canción de José Alfredo, "El Rey." Ya la interpretará completa, pues los tres viajes con el acero privaron el triunfo. Alva dio instrucciones en la pica de César Morales y con las banderillas en el cuarto trasero poco toro le ha dejado a su matador. Las palmas suenan a eso.

"Inolvidable" fue segundo ordinario de Rivera y en el nombre jamás respondió. Rebrincado, sin ritmo desde el capote y más al llegar a la muleta. Un solitario Olé se escuchó por aquel Trincherazo de castigo al estilo Domingo Ortega. La entera y tres golpes de descabello dejaban un aviso entre el silencio. La cara que jamás se le había visto, ante lo hecho por Diego, la tuvo que sacar en el quinto ordinario, esa de arrebato desafiante y convencido de darlo todo por el todo. Y es que el descastado no ofrecía posibilidades de llegar a romper, por lo que el recurso de acoso, celo y toreo logró imponerlo. Fue en tablas frente al burladero de matadores como, citando con la pierna de salida iba oculta la muleta. Así al arrancar cada media embestida la ceñía a su cuerpo emotivamente estrujando emociones. A Rivera se le conocía por su academia y elegancia, pero ahora suma la de valor torero, tan limpio y sin tremendismo. Fermín estableció al final el toreo paralelo, ese de riel, donde el cuerpo y las tablas dan cauce a un pesado tren que no obstante la pérdida de motor, pasa porque el tirón del maquinista lo impone. De ahí que el metisaca no mancha la faena culminada en lo alto por una entera. La oreja ha valido a sólido premio.

Resultó a contraestilo el tercero ordinario y, salvo un pase de Pecho hacia los adentros y la ligazón de Molinete con Cambio de mano fue lo mejor que pudo dejar Fermín "Armillita IV" al escuchar un aviso entre abucheo por el constante uso de las espadas. Lamentablemente el panorama del abucheo no cambió ante el cierraplaza que ha ofrecido cualidades de faena; muletazos los hubo; ninguno acorde a las claras embestidas. Vamos, ni la estocada efectiva pudo callar el malestar del público conquistado por Diego.

Esta vez vino a sustituir a Ponce, la próxima será venir desde su España por reclamación del aficionado de exquisito paladar. Y Rivera irá por más molde. La bravura de "Salitrillo" nombre inicial de la ganadería de Don Fernando de la Mora ha permitido al rejoneador Alejandro Zendejas dejar buena imagen con sus banderillas hacia pitón contrario y su toreo a la jineta al templar el peinado de crines en una vuelta completa de ruedo. Fue ovacionado, tras pinchazo y rejón trasero. Reconocimiento al emotivo toro.

FICHA DEL FESTEJO:

Plaza México, cuarta corrida de temporada. Aforo superior a los seis mil espectadores. Clima.-Tarde fresca con descenso de temperatura al final. Ganaderías.-Uno de Don Fernando de la Mora, bravo. Y seis de Bernaldo de Quirós; notable calidad del primero, y el sexto todavía seguiría manifestando claridad. Pesos: 505, 507, 490, 530, 510 y 498 de romana: el de rejones pesó 512 kilos.

Diego Urdiales.-Vuelta al ruedo y palmas.
Fermín Rivera.-Silencio tras un aviso y oreja.
Fermín Espinosa "Armillita IV".-Abucheo tras un aviso y abucheo.
Incidencias.-Diego Urdiales confirmó alternativa con el toro "Personaje" herrado a fuego con el número 645 y con 505 kilos de peso.

Fuente Toro es Toro