Fotos Agustín
Mal presentada la esperada reaparición de Miura en Acho que restó importancia a la labor de la terna. Muy por bajo del peso promedio acostumbrado para semejante estructura ósea (desde 470 a 545 kilos) que en condición de lidia mantuvo su seña, con cierta endeblez en algunos, incluso algo más nobles, como fue el ultimo, perita en dulce, con recorrido, desplazamiento y embistiendo por abajo y al que era menester cuajar de cabo a rabo en un capovaloro que no sucedió en la muleta del murciano Paco ureña, que se pinchó y que el magnificente pero escaso público ávido de triunfo y sensibilizado por el achuchón al dejarse ver en uno de pecho, le obsequió una dadivosa oreja tras pinchazo. Bien estuvo en su primero, se acopló pero asomó por el costillar la espada.Lo mejor por técnica, oficio, y torería, en esencia y lidia lo firmó Rafaelillo. Fajándose con el capote trazó buenos lances a la verónica y lidiador en muleta se entregó y expuso en el rebañón cuarto y firmó pasajes de alto toreo con el primero. Una pena que la espada no acompañará porque debió ser justo triunfador en números.
Escribano estuvo con ganas y actitud, bien con el capote por verónicas y en dos buenas tandas por
derecha al quinto. Deslucido con los palitroques por desacertado al clavar pero exponiendo en la ejecución.
FICHA. Domingo 8 de noviembre 2015. Plaza de toros de Acho. Con un tercio de entrada en los tendidos, en tarde fría y sin sol se lidió un encierro de Miura, vareada, escurrida en carnes, noble algunos y otros rebañones, unos muy blandos, otros protestados al aparecer o en el arrastre, destacando por bueno el 6o aplaudido al irse. Rafaelillo, silencio y silencio; Manuel Escribano, silencio y silencio. Paco Ureña, silencio y oreja. Incidencias. Los Miura volvían al coso de Acho después de 56 años y a Lima desde 1983. Bien los picadores César Caro y David de la Barra; y en banderillas Dennis Castillo. Resultó herido en el muslo el banderillero español José Ma. Manzano en el 1o de la tarde.