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viernes, 27 de junio de 2008

Roca Rey, 4 orejas hoy, triunfador absoluto en Chota


Por Dikey Fernández

Concluyó la tarde de hoy la Feria San Juan Bautista de Chota con el triunfo del matador de toros peruano Fernando Roca Rey, tras cortar cuatro orejas mientras que sus alternantes se fueron de vacío.

Con sol radiante y la plaza llena hasta la bandera, se lidiaron seis toros de la ganadería colombiana de "El Capiro", que resultaron difíciles, salvo el lidiado en tercer lugar.

José Pacheco "El Califa" (palmas y palmas)
Uriel Moreno "El Zapata" (palmas y silencio)
Fernando Roca Rey (dos orejas y dos orejas)

El diestro valenciano "El Califa" abrió plaza con un toro grande bien presentado que no tuvo movilidad, poco pudo hacer. Con su segundo ejemplar, un pupilo de "El Capiro" que rehuia la pelea, nada que reseñar. Un mal lote al que pasaportó pronto con el acero, oyendo en ambos toros palmas de agradecimiento del respetable chotano.

El matador mexicano "El Zapata" nada reseñable hizo con el percal a sus dos enemigos huidizos. Esta vez no cogió los palos porque los bureles no eran para lucimiento. Con la muleta poco o nada pudo presentar a la afición chotana por la falta de colaboración de sus enemigos. Tuvo momentos lucidos con la franela pero sin concretar las series. La espada la usó pronto para acabar con sus toros, en los cuales ha oido palmas y silencio, respectivamente.

El torero de casa Fernando Roca Rey salió con el ánimo al tope, quiso estar en esta corrida desde ayer al cortar dos orejas, y consiguió más. Desde que se abrió de capote el torero peruano demostró que las ganas y la voluntad se acompañan de técnica, es la que usó para torear a su primero, el mejor del lote de la tarde. Fácil con los rehiletes y la ovación acaricia sus oídos. Con la muleta se entretuvo toreando por ambos pitones, fue muy jaleado por el público. Esta vez no abusó de los desplantes, se centró en torear. Dos orejas y vuelta al ruedo en su primero que hacían presagiar el éxito. Con el que cerró plaza hizo derroche de voluntad para hacer embestir al toro. Una estocada al volapié de efecto rápido, puso al público de pie y le pidieron con fuerza las dos orejas que sumó en su esportón.



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