Contraria a la versión del vigilante bienmandado a desorientar, conseguimos la información veraz que los toros -que deberán llegar a Chota más temprano que tarde- no se han movido de Acho, aún.
Raro nos parecía que con todo el desmadre montado en Senasa con las muestras de sangre, una vez tomadas estas (a propósito el SuperVet del alcalde chotano intentaba tomarlas por el cuello… ¡plop!) y siendo como es que aún no llegan a Colombia donde las esperan (palabras del jefe de Sanasa ver más abajo), los toros hubieran retomado su camino de llegada a Chota.
Dicen por ahí que las muestras analizadas en Lima habrían dado “negativo” (que es lo que se esperaba). Las muestras fueron tomadas el miércoles 18 y no entendemos por qué aún no han llegado a Colombia. ¿será porque intentan hacer valer las muestras analizadas en casa?
Puede ser que así sea pero… si lo que quiere la autoridad sanitaria peruana es confirmar que esos toros colombianos NO tienen aftosa ¿no es mejor analizar ellos mismos las muestras de sangre con la seguridad de hacer ellos mismos sus exámenes a esperar buenamente que autoridades de fuera envíen un resultado? Es mejor evaluar el bien común y contrastarlo con el daño menor ¿o no? sin perjuicio de la debida sanción a los responsables.
En fin, a veces demasiado reglamentarismo tampoco es bueno y a nada bueno conduce. No es que firme la conducta de la comisión de fiestas de Chota y tampoco la de su alcalde. No es que haya cambiado mi parecer en torno a los capiros, que no debieron venir al Perú, pero los que la vienen sufriendo son los pobres animales tanto como los aficionados de Chota. Por ellos es que habría que abreviar… ¿o no? Con la seguridad de que no padecen aftosa, por supuesto.
Encajonados, además de todo el problema orgánico, padecen sobremanera los animales porque no pueden recostarse como acostumbran y eso les hace padecer exageradamente de las extremidades. Quienes los han visto comentan que hay varios muy dañados, cojos, inflamados, etc. y con mucha pérdida de peso, “chupados”.
Si salen como las estadísticas reseñaron la conducta de los capiros en el último año (ver nuestra nota del 15 de abril, Estadísticas de El Capiro) ahora echaran las culpas a la mano negra que los puso cojos y les impidió llegar a tiempo… ¡apuesto!
En todo caso circulan dos versiones.
Raro nos parecía que con todo el desmadre montado en Senasa con las muestras de sangre, una vez tomadas estas (a propósito el SuperVet del alcalde chotano intentaba tomarlas por el cuello… ¡plop!) y siendo como es que aún no llegan a Colombia donde las esperan (palabras del jefe de Sanasa ver más abajo), los toros hubieran retomado su camino de llegada a Chota.
Dicen por ahí que las muestras analizadas en Lima habrían dado “negativo” (que es lo que se esperaba). Las muestras fueron tomadas el miércoles 18 y no entendemos por qué aún no han llegado a Colombia. ¿será porque intentan hacer valer las muestras analizadas en casa?
Puede ser que así sea pero… si lo que quiere la autoridad sanitaria peruana es confirmar que esos toros colombianos NO tienen aftosa ¿no es mejor analizar ellos mismos las muestras de sangre con la seguridad de hacer ellos mismos sus exámenes a esperar buenamente que autoridades de fuera envíen un resultado? Es mejor evaluar el bien común y contrastarlo con el daño menor ¿o no? sin perjuicio de la debida sanción a los responsables.
En fin, a veces demasiado reglamentarismo tampoco es bueno y a nada bueno conduce. No es que firme la conducta de la comisión de fiestas de Chota y tampoco la de su alcalde. No es que haya cambiado mi parecer en torno a los capiros, que no debieron venir al Perú, pero los que la vienen sufriendo son los pobres animales tanto como los aficionados de Chota. Por ellos es que habría que abreviar… ¿o no? Con la seguridad de que no padecen aftosa, por supuesto.
Encajonados, además de todo el problema orgánico, padecen sobremanera los animales porque no pueden recostarse como acostumbran y eso les hace padecer exageradamente de las extremidades. Quienes los han visto comentan que hay varios muy dañados, cojos, inflamados, etc. y con mucha pérdida de peso, “chupados”.
Si salen como las estadísticas reseñaron la conducta de los capiros en el último año (ver nuestra nota del 15 de abril, Estadísticas de El Capiro) ahora echaran las culpas a la mano negra que los puso cojos y les impidió llegar a tiempo… ¡apuesto!
En todo caso circulan dos versiones.
Primera. Que los toros no se han ido porque la autoridad espera el examen de Colombia y no los deja salir de Acho.
Segunda. Que el alcalde y su comisión están esperando que se recuperen y dejarlos en Acho el máximo de tiempo posible para que se recuperen de la entumecida brava que han sufrido antes de re-embarcarlos rumbo a Chota, donde les espera más de 20 horas de viaje. Con lo cual, tendrían que irse a más tardar el Lunes 23 dado que las corridas empiezan el 25.