El pasado domingo 15, Día del Padre, el novillero Alfonso Simpson se presentó en solitario en la localidad de Castillo (provincia de Huari-Ancash), cortando 3 orejas a los dos animales estoqueados del hierro de Santa Rosa de Lima.
Foncho anduvo muy suelto y bien. A su primero que resultó bueno pudo hacerle una faena larga y templada, gustándose mucho. Lamentablemente pinchó en la primera entrada y tuvo que descabellar. Recibió una oreja que paseó entre ovaciones del cariñoso público.
El segundo fue muy complicado y desparramaba mucho la vista con la gente que se asomaba por los palos de los que estaba hecho el ruedo, además de colarse y frenarse constantemente, buscando al torero. Foncho plantó cara y logró tres tandas de mucho mérito. En la cuarta, cuando se sintió podido, el animal se lo echó a los lomos y le pegó una fea voltereta de la que salió muy golpeado. Se repuso y muy valiente volvió a la cara del animal, se dobló con él y lo despachó luego de un certero espadazo que lo hizo rodar sin puntilla, en breves segundos, lo que encendió el entusiasmo de la gente y con fuerza le pidieron las dos orejas que paseó en apoteósica vuelta al ruedo en hombros de los aficionados.
Cabe destacar que las condiciones del ruedo eran muy precarias, el piso muy malo y con muchos desniveles y piedras, que añaden peligro para los actuantes. Simpson ya está en Lima, reponiéndose del fuerte golpe y esperando con ilusión su próximo comparecencia en la Feria de Cutervo.
Foncho anduvo muy suelto y bien. A su primero que resultó bueno pudo hacerle una faena larga y templada, gustándose mucho. Lamentablemente pinchó en la primera entrada y tuvo que descabellar. Recibió una oreja que paseó entre ovaciones del cariñoso público.
El segundo fue muy complicado y desparramaba mucho la vista con la gente que se asomaba por los palos de los que estaba hecho el ruedo, además de colarse y frenarse constantemente, buscando al torero. Foncho plantó cara y logró tres tandas de mucho mérito. En la cuarta, cuando se sintió podido, el animal se lo echó a los lomos y le pegó una fea voltereta de la que salió muy golpeado. Se repuso y muy valiente volvió a la cara del animal, se dobló con él y lo despachó luego de un certero espadazo que lo hizo rodar sin puntilla, en breves segundos, lo que encendió el entusiasmo de la gente y con fuerza le pidieron las dos orejas que paseó en apoteósica vuelta al ruedo en hombros de los aficionados.
Cabe destacar que las condiciones del ruedo eran muy precarias, el piso muy malo y con muchos desniveles y piedras, que añaden peligro para los actuantes. Simpson ya está en Lima, reponiéndose del fuerte golpe y esperando con ilusión su próximo comparecencia en la Feria de Cutervo.
