Informa G.B.
Sin trofeos se saldó la tarde de hoy en la portátil Torokuna por cicatería presidencial. Con más de media plaza y cuadrillas completas se lidiaron astados de la Comunidad de Chumpi, Azurza y Alfonso Ramos, todos con distintos grados de mansedumbre y peligro.
El novillero Fernando Villavicencio estuvo bien y pudo cortar oreja de no ser por la dureza presidencial. Su 2º tuvo peligro, lo aprovechó con el capote ya que en la muleta se apagó del todo. Pinchó y quedó en silencio la cosa.
El 1º de David Gil, un cunero que huía al callejón en todo momento, tenía a la gente de un lado a otro, un manso de libro, defendiéndose con gañafones, le ponía los pitones en la cara, nada pudo hacer. Silencio. En el otro, estuvo valiente y con oficio, le sacó lo que no tenía y lo hizo embestir, exponiendo. Consiguió ligar una tanda de buena factura. Mató a la primera, desprendida, que bastó pero el protagonista del palco no le dio trofeo.
Por delante fue el niño torero Motta de Coracora que estuvo lucido con el capote y lo pasó por alto en muleta. No estoqueó. Agradó y fue muy ovacionado.
El ruedo de la portátil Torokuna instalada en Pachacutec 2080 (Villa Ma. Del Triunfo) esta vez lució más afirmado y con una capa de brea encima.
Sin trofeos se saldó la tarde de hoy en la portátil Torokuna por cicatería presidencial. Con más de media plaza y cuadrillas completas se lidiaron astados de la Comunidad de Chumpi, Azurza y Alfonso Ramos, todos con distintos grados de mansedumbre y peligro.
El novillero Fernando Villavicencio estuvo bien y pudo cortar oreja de no ser por la dureza presidencial. Su 2º tuvo peligro, lo aprovechó con el capote ya que en la muleta se apagó del todo. Pinchó y quedó en silencio la cosa.
El 1º de David Gil, un cunero que huía al callejón en todo momento, tenía a la gente de un lado a otro, un manso de libro, defendiéndose con gañafones, le ponía los pitones en la cara, nada pudo hacer. Silencio. En el otro, estuvo valiente y con oficio, le sacó lo que no tenía y lo hizo embestir, exponiendo. Consiguió ligar una tanda de buena factura. Mató a la primera, desprendida, que bastó pero el protagonista del palco no le dio trofeo.
Por delante fue el niño torero Motta de Coracora que estuvo lucido con el capote y lo pasó por alto en muleta. No estoqueó. Agradó y fue muy ovacionado.
El ruedo de la portátil Torokuna instalada en Pachacutec 2080 (Villa Ma. Del Triunfo) esta vez lució más afirmado y con una capa de brea encima.