jueves, 27 de mayo de 2010

Video 22ª de Madrid. Toreo serio y digno al alza de Sergio Aguilar.

Por Pedro Abad-Schuster

El video está en el link: http://www.plus.es/videos/Toros/Sergio-Aguilar-ovaciones-saben-poco/20100527pluutmtor_1/Ves/

Madrid, jueves 27 de mayo 2010. Casi lleno. El Fundi: silencio, palmas. Sergio Aguilar: ovación, ovación. Luís Bolívar: ovación (tras aviso), silencio.

5 toros de Javier Pérez Tabernero, ejemplares por debajo del límite, mansos en varas, desiguales en la muleta y sobreros a mansalva.

Todo presagiaba que saldríamos decepcionados del coso de Las Ventas sin llevarnos un recuerdo a la memoria, sin una chispa de arte, luz vivificadora de la afición. Habían transcurrido 45 minutos sólo con la lidia de un decepcionante único toro, el primero: manso, soso, flojo, descastado, embestida corta y cabeceante; Fundi, al hilo y en paralelo, intentó mantenerlo en pie en el trasteo, muleta para arriba en los finales. A ese primero, le habían seguido una hilera de toros devueltos para Sergio Aguilar: un primer 2° de trapío indigno e inválido; un 2° bis que se lesionó sin poder mantenerse sobre las manos; otro sobrero feo, de escasa culata que se caía.

El 2° que finalmente lidió Sergio Aguilar, del Conde de Mayalde resultó bravo en varas como cabe ver muy pocas veces. La primera vara fue de entrega y codicia. Aunque empezó cabeceando un poco se centró a continuación para empujar, fija la cara, por abajo, una barbaridad, tanto a favor de tablas como, una vez derribado el caballo y levantado porque siguió empujando, algo hacia el tercio, sin que nadie lo consiguiera sacar. Fue una vara de varios minutos de duración, de las más largas que recuerdo. Habría que haberlo puesto de largo para la segunda, y ahí no estuvo fino Aguilar, el toro volvió a entrar desde la raya, cabeceó de nuevo, volvió a empujar, salió a un capote y recargó otra vez sobre la plaza montada para que lo consiguieran sacar al fin. Una pelea de toro bravo. Luego hizo ademán de ir con la cabeza baja, nobleza y entrega por el pitón zurdo en el tanteo muletero, pero fue una ilusión. Bronco, quedándose corto, revolviéndose, tirando derrotes y hachazos por doquier quién sabe si por genio, bravuconería o por falta de fuerzas para seguir la muleta hasta el final. El toro se le vino encima en el primer muletazo al torero pegándole un revolcón, paliza monumental y puntazo en el muslo izquierdo. Sergio Aguilar no se arrugó y se volvió a poner, le obligó por abajo cuando el toro no quería, le robó varias series de muletazos. Lo despachó de un pinchazo en el que se le fue la mano, y una buena estocada por los rubios.

El 3° para Luis Bolívar se le escapó al torero colombiano, un Bolívar por debajo de su gran capacidad y acometividad; al final el toro resultó con embestidas generosas y encastado (aplaudido en el arrastre). De 541 kilos, negro salpicado, delantero, manso pero encastado, embistiendo con genio y transmisión a la muleta. Intentó torearlo de capa, pero sacó poco en claro y menos en limpio. Con la muleta estuvo firme en los inicios del trasteo, soportando esas entradas pavorosas de un toro a cien por hora, meritorio. Algo acelerado, sin atemperar las embestidas de la res, lo pasaría en dos o tres tandas por la derecha, desde fuera, algo en redondo, pero echando la pierna atrás, cediéndole su terreno para ligar. Con la zurda siguió dándole distancia, pero no logró templarlo tampoco, ensuciando la faena, y visto lo cual, retomó la derecha, acortó terrenos y siguió sin limpieza y atropellado. Es verdad que el viento le molestaría en las postrimerías, pero dejó una sensación de que no había podido con el toro, que éste había quedado por encima de él. Un señor bajonazo y un aviso le privaron de mayor recompensa que una ovación saludada.

El 4° para El Fundi al final resultó noble y embestidor, entregado, acaso con no demasiada clase (ovacionado en el arrastre). De 549 kilos, cárdeno bragado y meano corrido y axiblanco, delantero de armas, manso pero pastueño y noble en la muleta, repitiendo al primer toque sin malicia alguna. El Fundi no terminó de encontrarlo ni encontrarse, algo desconfiado en diferentes momentos, anduvo mucho al hilo, dubitativo, con un toque algo brusco para las afueras en los pases iniciales de cada serie y sin demasiado temple –aunque sin suciedad, sin enganchones frecuentes, simplemente la muleta no se movía acompasada a la velocidad del toro-. Ligó una serie a derechas, quizá la mejor de la faena, mediada la misma, pero terminó pasando a su oponente sin decir el toreo. Otra media estocada arriba, sufriendo un arreón con desarme posterior, dejó al toro para el arrastre.

Luego la corrida terminó por venirse abajo, con un quinto complicado y una croqueta inválida en sexto lugar, pero al menos la firmeza y valor sereno de Aguilar en el penúltimo nos dejó un buen sabor de boca, sin alharacas, sin gestos ni ademanes, vendiendo demasiado poco su labor. Ese 5° para Sergio Aguilar era Satán reencarnado en toro, de 566 kilos, negro con bragas, tocado, manso, complicado, brusco y con genio. Dio unos delantales interesantes de recibo, no todos limpios, y salió decidido con la muleta. El toro entraba descompuesto y con calamocheo incómodo y problemático, y Aguilar lo anduvo esperando clavada la planta al suelo, valiente, intentando embarcar las embestidas sin clase de su antagonista y consiguiéndolo algunas veces. Tras una tanda imposible a izquierdas, optó por acortar distancias y muy bien colocado, tirar de él en algunos pases, ya más cerrado sobre tablas. Una muy buena estocada por el hoyo de las agujas, o acaso un poco contraria por atracarse de toro –verdadera virtud- remató una labor para el gusto de los aficionados. (Fuente: cope).

Video. Opinan los aficionados: http://www.burladero.com/sanisidro/videos/011773/opinan/aficionados/san/isidro

Fotos: http://largacambiada.blogspot.com/ http://www.burladero.com/sanisidro/fotogalerias/011770/avance/fotografico/san/isidro